Acaba de venir del cuarto viaje a las Islas Malvinas, en la mayoría de ellos, acompañado de ex combatientes, como ocurrió en esta ocasión.
Aquí están algunas de sus impresiones sobre este último viaje.
“Me tratan bien en las islas, como me tratan acá o en cualquier lugar. De tantos viajes, con algunas personas nos conocemos, tal vez no conocemos nuestros nombres, pero hemos hablado, nos saludamos”. Sobre los incidentes que algunos argentinos han provocado en las islas, en actos de falso patriotismo y poniendo en riesgo la continuidad de los viajes de argentinos hacia ese lugar, indicó que “los isleños saben que son poquitos los argentinos que toman esas actitudes, y si bien les molesta bastante, saben que no son todos. Entonces, yo en cada oportunidad que he ido, nunca he tenido ningún tipo de inconveniente con ninguna persona”.
Agrega que “el espacio es muy, muy amplio, hay lugares en los que no circula nadie, por lo que es posible recorrer grandes espacios sin ningún tipo de problema”.
En esta ocasión, integró un grupo de 6 personas, tres de ellos veteranos de guerra de la Armada Argentina, y dos acompañantes más que son amigos de uno de ellos.
“Hace pocos días que hemos regresado de las islas, teniendo resultados positivos, tanto para los veteranos que volvieron a sus lugares en donde estuvieron destacados durante la guerra, como para mí que me sirvió para reunir cierta información para comprender mejor lo que sucedió en aquellos días”.
Todos los veteranos de guerra que fueron en este viaje, era la primera vez que regresaban luego de la guerra, hace 34 años atrás.
Sobre lo que sintieron los ex combatientes en este regreso a las Islas Malvinas, Oscar Teves cuenta que “en este grupo hubo uno de ellos que tomó una actitud dura, diciendo que no se iba a emocionar. Realmente allá no se emocionó, sin embargo, los otros dos, cuando llegaron a sus posiciones tuvieron su descarga emocional. Cada cual lo toma de la manera que lo siente. Creo que quien optó por la actitud un tanto dura, cuando volvió a su ciudad, en Resistencia, fue cuando recién le pasaron algunas cosas, según se desprende de lo que comentó en las redes sociales”.
Uno de los ex combatientes, “estuvo en un sitio que fue muy importante determinar ese lugar para el desarrollo del combate que estoy tratando de historiar. Eran 6 en total, a no mucha distancia entre sí, los más alejados estaban a 20 metros, y de los 6 murieron 3 en combate, incluido el jefe del grupo, que estaba detrás de él a no más de 4, 5 metros”.
Indicó que “estoy investigando el combate sobre monte Tumbledown, donde hubo gente de Infantería de Marina y gente de Ejército entremezclada. Dos de los veteranos con que viajé formaban parte de este grupo de Infantería de Marina. Durante el repliegue, después de los primeros combates, llegó gente de Ejército hacia ese lugar, y algunos de ellos participaron de ese combate y también murieron ahí. Como por ejemplo el subteniente Silva, del Regimiento 4, con dos de sus soldados, y Ramón García, que fue el último caído del Regimiento de Infantería 12, que es el que casi en su totalidad estuvo en Pradera del Ganso, pero hubo grupos que quedaron en la zona de Puerto Argentino”.
El combate en monte Tumbledown, apunta Oscar Teves, duró unas 7 horas aproximadamente, desde la noche del 13 junio hasta la madrugada del día 14.
“El hecho de estar con dos protagonistas en el lugar de los acontecimientos , y leer los lugares, las zonas, de otra manera, me resulta muy útil para la investigación. Yo ha había estado en ese lugar, cuatro o cinco veces anteriores y veía las posiciones; pero las veía, nada más. Estar con ellos les agrega algo más, revivir la vivencia en el lugar exacto”, dice Oscar Teves.
Por supuesto, como en cada viaje, se encuentra evidencia inocultable de la guerra de 1982: “en ese lugar hay dos o tres pozos que están bastante bien conservados, y en uno de ellos, un veterano encontró dos cargadores de fusil completos, que evidentemente pertenecían a un compañero de él. Estaban ocultos entre dos piedras, muy a la mano”.
Otro ex combatiente, encontró “una manta poncho de su posición, que era de él o de su compañero. Estaba en muy buen estado, dentro de unas rocas que formaban como una especie de cueva pequeña donde él dormía”.
En este viaje, y con un pedido de la agrupación Milla Curá, se dejó depositada en un lugar una bandera de la entidad, que tiene la firma de muchas personas de la comunidad.
“La idea era colocarla en la posición de Rubén Rowhein, donde él estuvo durante la guerra, pero no la pude dejar en ese lugar, porque muy cerca de ese sitio hay casas, y había personas, por eso no quise hacer ningún movimiento, como hacer un pequeño pozo, porque iba a haber alguien mirando y cuando yo me fuera iban a ir a ver qué había pasado. Por eso opté por dejarla unos metros más arriba, a unos 300 metros en unas rocas, de las cuales tomé la posición con un GPS para que dentro de algún tiempo, la vayan a buscar, otra vez”.
Cuando estará listo el libro? “Espero el año que viene tener finalizada la etapa de redacción”.
Qué falta en torno al tema Malvinas? Responde con mucho énfasis que “en torno a la historia de la guerra de 1982, faltan muchas cosas. Yo lamento porque cuando haya menos veteranos habrá menos posibilidades de conocer con el detalle con que a mi me interesa conocer las cosas. Quizás vengan después de 50 años investigadores a investigar sobre lo ya investigado y lo ideal sería hacerlo ahora. Va a ver cosas que se van a perder. Me pregunto por qué no hay historiadores profesionales que se encarguen del tema, salvo en algunos aspectos más técnicos”. A estos conceptos agrega que “siempre digo que nosotros tendríamos que recuperar la Argentina para después recuperar Malvinas, es algo básico. Yo veo que estamos, gobierno tras gobierno, decayendo en calidad en lo que respecta a muchísimos puntos de nuestra vida diaria, por lo que no podemos preocuparnos por recuperar algo que quizás también lo logremos destruir en poco tiempo. Estamos viviendo en un país, donde no somos muy serios, no tenemos una clase política formada en muchos aspectos. A veces da pena ver lo que sucede a través de los medios de comunicación, en todos los ámbitos. Y año tras año, gobierno tras gobierno, vamos un pasito hacia atrás”.