“Existe una buena relación de precios del insumo y una mejor eficiencia de absorción de estas fuentes. Con los líquidos, si el productor invierte el mismo dinero que con los sólidos, la ganancia de rendimiento será superior, además de que seguirán enriqueciendo los suelos por más tiempo”.
Este es el argumento del ingeniero agrónomo Orlando Butta, especialista en nutrición de cultivos, respecto de las bondades del cada vez más requerido fertilizante líquido de fósforo.
“Este año, los productores duplicaron las dosis normales de fertilizante nitrogenado y fosfatado en trigo, en maíz y en soja, así como se preocuparon más por la salud de los suelos, llevando a cabo más análisis para determinar con precisión su fertilidad química”, aseguró.
Butta, entrerriano de Paraná, quien es creador del fertilizante líquido de fósforo Phosfértil30, manifestó que la mayor absorción de este tipo de fuentes frente a las sólidas, como el tradicional fosfato monoamónico, impacta directamente sobre el aumento de los rendimientos y en los costos de los cultivos.
“De acuerdo con nuestros ensayos de varias campañas, Phosfértil30 tiene una disponibilidad y un nivel de absorción que superan, en un 25 a 30 por ciento, a la fuente sólida, a la vez que su dotación en el suelo, a los 25 meses de aplicada, es extraordinariamente mayor”, comentó.
“Por esta razón, se acumulan dos partes por millón de fósforo anualmente en los suelos, lo que también se refleja en el rendimiento de los cultivos, los cuales muestran aumentos de los rendimientos en la misma proporción”, amplió.
“Este es el cambio de paradigma que provoca un fertilizante líquido de fósforo”, indicó.
Respecto de la adopción de estas fuentes dijo: “Si el productor invierte el mismo dinero en un producto que mejora su eficiencia de uso respecto a la fuente tradicionalmente adoptada, la ganancia en rendimiento será superior".
Agregó el ingeniero Butta que con existe la ventaja de que el líquido seguirá enriqueciendo el suelo por más tiempo.
Estas ventajas agronómicas se suman a las logísticas, ya que los fertilizantes líquidos se pueden aplicar previos a la siembra de los cultivos, liberando la tolva de fertilizante y empleándola para la carga de semilla.
“De esta forma, la siembra se facilita y se agiliza, y los productores ponderan la posibilidad de sembrar un 30-35% más cuando las condiciones ambientales son óptimas”, explicó.
También dijo Butta que disminuyen los riesgos de pérdidas en un 10-12% del stand de plantas por efectos de la fitotixicidad ocasionada por la cercanía del fertilizante sólido a la semilla.
De acuerdo con las estadísticas que manejan las entidades vinculadas a las empresas de fertilizantes, el consumo del insumo en el corriente año cerrará con un alza aproximada del 40 por ciento (3,4 millones de toneladas totales), respecto al año 2015 (2,45 millones de toneladas).
Fuente: La Nueva.