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¿Por qué el trigo se convirtió en el cultivo que todos quieren tener?

Más allá de ser un complemento ideal para las rotaciones agrícolas, el cereal emblemático del sudoeste bonaerense tiene el potencial para volver a sus fuentes.

Uno. “Hoy, el trigo cumple un rol fundamental en la agricultura como sistema de producción. Me refiero a la utilización plena de los milímetros que llueven anualmente para poder lograr una buena cantidad de granos entre los cultivos de invierno y de verano”.
Dos. “El monocultivo de los últimos años generó cierta resistencia de malezas para la soja, en especial. Esa resistencia a los herbicidas tradicionales se la puede atacar, en una forma cuidadosa y prolija, con el trigo, o con cualquier cultivo de invierno que mantenga el lote cubierto. Eso representa un ahorro en el uso de herbicidas”.
Tres. “Desde la apertura de los mercados aparecen oportunidades de comercialización, por un mercado fluido, transparente y con precios claros. Creo que el productor triguero, como el que no lo es, ve en el cultivo un factor importante para sus decisiones de negocio. Por eso están dadas todas las condiciones para hacerlo bien”.
Las declaraciones corresponden a Nicolás Speranza, gerente de Operaciones de Semillas para Sudamérica de Louis Dreyfus Company (LDC), a la hora de explicar el por qué del renovado y marcado interés por el trigo en el sudoeste bonaerense, en particular, y en el país en general.
“Apreciamos este año un interés muy particular del productor por volver a tomar conocimiento por el manejo del cultivo del trigo”, sostuvo Speranza.
“No tanto en el sur bonaerense, ya que es el principal cultivo, pero sí en otras zonas, donde el trigo es importante por el sistema de producción y por las rotaciones, a fin de poder aprovechar los milímetros que llueven durante el año”, agregó.
“Lo estamos viendo por la demanda de charlas y la búsqueda de información. Hay preocupación por el manejo de las fertilizaciones y por el control de las enfermedades”, dijo Speranza, en diálogo con “La Nueva.”.
También hizo alusión al retraso tecnológico en el desarrollo del cultivo.
“Creo que hay un déficit general en la industria de semilla de trigo y que está referido al manejo de las enfermedades”, aseguró.
"Sobre eso el INTA está haciendo especial hincapié. Cada una de nuestras variedades tendrán genes de resistencia a roya, o genes de tolerancia a resistencia a fusariosis, por todo que lo es cruzamiento de variedades con genes detectados con ese comportamiento”, dijo.
“Pero no descuidamos los otros dos pilares del cultivo, que son el rendimiento y la calidad. Apuntamos a tener un portfolio completo para que se estandarice en calidad o en rendimiento, sino que haya opciones porque con esta vuelta del cultivo a gran escala cada productor tendrá un manejo diferenciado respecto de estas dos cuestiones para sumar rentabilidad”, explicó.
Speranza se refirió, de este modo, al convenio de vinculación tecnológica acordado entre la firma y el INTA.
“Ellos se ocupan del mejoramiento genético de variedades de trigo y nosotros las tomamos para multiplicarlas y comercializarlas. Entendemos que comenzamos con el pie derecho”, dijo.
“En el INTA Bordenave hay un muy buen equipo de fitopatólogos. Se trabaja en resistencia a enfermedades, en especial de hoja y de tallo que, en estos últimos años de descuido del cultivo, se redujo la inversión en programas de mejoramiento”, dijo.
Speranza también indicó que la mayoría de las empresas traían semillas del exterior, como de Francia o Brasil y esas variedades, en algunos casos, tenían buena adaptación y en otras no tanto, aunque siempre estuvieron enfocadas en mejorar el rendimiento.
“El INTA fue haciendo un trabajo muy importante en los últimos años a través de la asistencia de marcadores moleculares para mejorar la calidad comercial y sanitaria. En este sentido, los cinco materiales comerciales para 2017 tienen muy buen perfil sanitario; incluso, algunos de ellos con genes resistencia a la roya del tallo y a la roya de la hoja, así como algunos con tolerancia a fusariosis y a la espiga”, aseguró.
En 2009, LDC creó la Unidad de Negocios de Semillas, aunque enfocados hacia la soja. En 2014 se sumó el interés por el trigo.
“Lo acordamos con la visión de que el área estaba en un piso y que todo lo que había en la Argentina era crecimiento potencial, con más tecnología y demás. El acuerdo es hasta 2024, y con la posibilidad de prorrogarlo”, explicó.
Hay siete Estaciones Experimentales Agropecuarias del INTA que trabajan en el desarrollo. Las más cercanas a nuestra región son Bordenave, Barrow (Tres Arroyos) y Balcarce. También están Pergamino, Paraná, Marcos Juárez y Sáenz Peña, en el Chaco. En cada EEA hay un equipo de mejoramiento y otro que asiste a los breeders.
Respecto de los resultados, Speranza dijo que el trabajo de mejoramiento no se detiene nunca.
“En 2015 lanzamos nuestra primera variedad, MS INTA Bonaerense 514, de grupo 1 de calidad y de ciclo intermedio, que tuvo muy buen resultado en el sudeste y el sudoeste bonaerense”, añadió.
“Fue desarrollada por la Chacra (Experimental Barrow) y con resultados de tres años, que es el tiempo mínimo que nos exige el INASE para inscribir un material, por un lado, y el tiempo que también nosotros contemplamos para tener información y para recomendar un producto al productor”, sostuvo Speranza.
Acerca de los rendimientos
De acuerdo con los primeros datos de la cosecha del trigo 2016/2017, que se está realizando en el norte del país, tanto en lotes de ensayos como en lotes de productores, se aprecian muy buenos rindes.
En Urdinarrain, Villaguay y Victoria, en la provincia de Entre Ríos, sitios con promedios históricos de 2.000/2.200 kilos por hectárea, se han logrado hasta 3.500 kilos.
“Si bien aún no tenemos los resultados en cuanto a calidad, lo cierto es que en no pocas regiones los productores se han encontrado entre 1.000 y 1.500 kilos (por hectárea) por encima del promedio histórico”, dijo Speranza.
También comentó que, para la región del sudoeste bonaerense, los rendimientos y la calidad seguramente serán buenos.
“Si bien ahora está faltando un poco de agua, las temperaturas fueron buenas y durante el desarrollo del cultivo no faltó agua. Asimismo, la fertilización se hizo a conciencia”, explicó.
“También tenemos plataforma de fertilizantes y el volumen de ventas de urea y de todos los productos asociados crecieron fuertemente, lo que ratifica el compromiso del productor por hacer el mejor trigo posible”, manifestó.
En el caso eventual de que no llueva en forma importante, y aunque los cultivos ya están buenos, Speranza sostuvo que el principal perjuicio lo puede llegar a tener la soja de segunda, por el retraso de la fecha de siembra poscosecha de trigo.
También hizo alusión a las enfermedades observadas en los relevamientos.
“En determinados materiales vimos la presencia de mancha amarilla y roya anaranjada”, comentó Speranza.
“Se trata de enfermedades que llegaron sobre la etapa final de cultivo, ya que el productor ya está acostumbrado al monitoreo y a la aplicación de fungicidas. Entiendo que no debería haber grandes problemas en este sentido”, aseguró.
La aparición de golpe blanco en la provincia de Santa Fe ha provocado preocupación en el sudeste y en el sudoeste bonaerenses, por lo que en las semanas venideras se podrá concluir cuál será la incidencia de la enfermedad en los cultivos.
"Un giro en busca de calidad"
“Lo que no teníamos en claro era la reacción del productor argentino, que rápidamente viró hacia las variedades que le garantizan calidades”, explicó Sergio Degenhardt, coordinador de insumos de Tomás Hnos.
Esta fue una de las principales conclusiones de la jornada a campo realizada en la ciudad de Pehuajó, con la participación de Syngenta, Don Mario, Klein y Macro Seed.
Decididamente, el productor privilegia la calidad por sobre los rindes abultados. La decisión es por demás atinada si se tiene en cuenta la posición del principal socio del Mercosur, Brasil, que ya había advertido sobre estos riesgos.
En el SOB, la rentabilidad es el principal incentivo para los productores
Tecnologías. “Regresar a un modelo de siembra de producción de trigo enfocado en calidad está relacionado con que el cultivo recupere la rentabilidad que supo tener. ¿Por qué? Porque es el principal incentivo para invertir en tecnologías", dijo Nicolás Speranza.
Proteína. "Se puede hacer a través de la renovación de variedades, que se ha descuidado, o para recuperar los niveles de fertilización que el cultivo necesita para tener los índices de proteína que la industria demanda. Hoy, las condiciones están dadas y el productor captó el mensaje", agregó.
Este era el mensaje de los compradores brasileños que, después de probar las virtudes de la calidad, dudaban sobre a quién comprar, más allá de las ventajas arancelarias que propone el Mercosur. Pareciera que no sólo Brasil, sino el mundo está pidiendo calidad y está dispuesto a pagarla.
“Uno de los temas más importantes que se planteó fue la diferencia entre los grupos de calidad industrial y comercial. Hay un poco de oscuridad en el mensaje que le llega al productor sobre la diferencia entre ambos conceptos”, agregó Degenhardt.
Respecto de las enfermedades, la ingeniera Rita Robledo, referente de la región, dijo que este año, a fines de septiembre y en la primera semana de octubre, sólo se veía mancha amarilla.
“En la primera semana de octubre empezamos a detectar roya de la hoja y, para finales del mes, encontramos afectación de roya del tallo, una plaga bastante complicada”, reconoció.
“Sólo en algunos lotes también vimos roya estriada”, completó la especialista, dedicada a recorrer campos y detectar alertas tempranas para la compañía.
Fuente: La Nueva.

 
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