Hace unos años que está radicado en Pueblo San José, proveniente de Pilar, donde vio fenecer el comercio chico, de barrio, bajo el imperio de las grandes superficies comerciales.
De lo que pretendió alejarse ahora siente que está llegando a los pequeños pueblos del interior. No solo por lo que pasa en Coronel Suárez, sino por los informes, comunicaciones y demás que llegan desde otros distritos cercanos.
En Coronel Suárez motorizó la redacción de una ordenanza, junto a la Cámara de Comercio, para establecer control en torno a la instalación de grandes superficies comerciales, ordenanza sobre la que están pidiendo informes desde otros distritos, como es el caso de Puan.
Ha recibido amenazas telefónicas, por supuesto que anónimas, donde le exigen que calle y deje la lucha que sigue llevando adelante, siempre atento y vigilante que la normativa no se sortee con algunas argucias.
Consultado Ernesto Dorado dice que “me movía más que nada el hecho de ver que la instalación de estos grandes comercios iba a afectar no solo a la parte comercial, sino también a la parte social. Como yo se lo dije a Pachi Palacio (el Intendente) y a la gente con la cual tuvimos reunión, a esta película yo ya la viví. La viví en Pilar, en Buenos Aires, donde vivíamos antes. Era un pueblo como es hoy Coronel Suárez y de pronto comenzaron a llegar grandes supermercados y los comercios chicos desaparecieron todos. Hoy no digo que Pilar es un pueblo fantasma, pero se perdió –lo dije en un nota que publiqué- ese olor a pueblo que tenía Pilar, ese boca a boca, el saludo, conocer al otro, saber su historia, que el cliente sepa quién es dueño del negocio al que va todos los días. Son cosas muy importantes, que hacen mucho a la sociedad. De a poco, cuando uno va integrando las cosas grandes, desaparecen las cosas pequeñas, terminamos siendo autómatas. Se pierde el diario del cliente amigo, con el comerciante amigo”.
Ernesto Dorado agrega que “cuando vine a Suárez con mi familia me enamoré de este lugar. Nosotros estamos aquí desde el 2005, hace 11 años. Tenemos una hija suarense. Desde esas bases, que es lo que nosotros pretendemos, que esto siga así, que siga el rumbo que tiene Suárez todavía. Un día me enteré que iban a instalar como 10 supermercados. Entonces decidí comenzar toda esta lucha. Hemos tenido una buena repercusión por parte del gobierno, entendió qué era lo que se estaba buscando y promulgaron la normativa 6291, que hace que los comerciantes que no son de acá deban tener 3 años como mínimo de residencia. Y además establece una distancia entre grandes comercios. Los metros cuadrados de cada local se transforman en metros lineales, para establecer la distancia de instalación entre otro comercio del mismo rubro”.
Llama la atención sobre una nueva situación: “nos encontramos con una novedad. Sé que en Av. Conturbi había un comercio donde el propietario era alguien de Suárez, y resulta que hoy están instalados chinos dentro de ese comercio. No sé si son testaferros, el local no está a nombre de ellos. No sabemos qué ha pasado en el medio. Esto debe ser motivo de investigación, tanto de la Municipalidad como de la AFIP”.
Sobre las amenazas indicó que “a mi negocio me han llamado dos veces. Palabras más, palabras menos, pidiendo que me callara la boca o que me atuviera a las consecuencias”.
“A estas cosas les respondo con lo que estoy haciendo, seguir luchando, seguir peleando por esto”.