Este campeonato se definió en la última fecha y luego de una suspensión insólita del encuentro que disputaron Blanco y Negro con Boca Juniors.
El 11 de noviembre de ese año 1956, en la mitad del partido, el árbitro se retiró de la cancha dejando trunco el encuentro.
Cuenta la crónica de aquel entonces que en el entretiempo el juez del partido solicitó se le abonaran sus honorarios, para luego dirigirse hacia el taxi estacionado en uno de los laterales de la tribuna, ante la sorpresa de los dirigentes de ambas instituciones.
No hubo ningún motivo existente para que esto sucediera y para tamaña decisión, ya que el primer tiempo se desarrolló con juego brusco pero por la permisividad del encargado de impartir justicia.
Ese era un partido determinante ya que Blanco y Negro buscaba el campeonato, encuentro que se terminó jugando un tiempo más adelante y con el arbitraje de un juez de la AFA.
Terminó ganando Blanco y Negro por cinco a cuatro, tras ir dos veces en desventaja frente al conjunto boquense.
Los goles fueron anotados por Rubén Mendoza y Santiago Rollhaiser en el primer tiempo, mientras que Juan José Chavez en dos oportunidades y Miguel Chavez completaron el marcador.
El Centro Blanco y Negro estuvo conformado por Miguel Weiman, Rubén Roíz, Domingo Moran, Raúl Mendoza, Ariel Gomez, Roberto Gatto, Miguel Chavez, Orlando Pekel, Santiago Rolhaiser, Juan José Chavez y Rubén Mendoza.
También formaron el equipo Roberto Navarro, Daniel Churruca, Domingo Otamendi, Héctor Saffores, Juan José Geneisir, Alberto Prado y Adolfo Díaz.
El Director Técnico fue Emilio Etulain, el masajista Oscar Vázquez y el utilero Néstor Aller.
Al cumplirse 60 años de aquel recodado campeonato obtenido por el Centro Blanco y Negro la actual Comisión Directiva, encabezada por el dirigente Ricardo Salvi, procedió a la entrega de este especial reconocimiento que fue recibido por algunos pocos integrantes de aquel equipo y por varios de sus familiares, ante el aplauso del publico que colmó el Palacio de los Deportes.
Fotos de Juan Schtre.