Coronel Suárez tiene toda una historia en la fabricación de calzado, no solamente por contar con una de las plantas más importantes del país, a pesar que fue declarada en quiebra y que desde entonces fue vendida y vuelta a vender, sino también con los talleres de calzado que surgieron en su momento para responder a la falta de trabajo y a la necesidad de ocupar a la mano de obra que durante muchos años se había capacitado en la fabricación de aparado de calzado.
Pero siempre cuando de industria y pymes se trata corre mucha agua bajo el puente en nuestro país, a impulso de las políticas gubernamentales de incentivo a este tipo de producciones o por falta de ellas.
Para conocer en qué situación están los talleres de calzado de Coronel Suárez entrevistamos a Mariela Holzmann, Delegada de UTICRA, quien viene de participar de dos congresos a nivel nacional del gremio, donde se presentaron informes exhaustivos sobre esta situación.
“Nos juntamos con gente de todo el país, de todas las empresas y la situación, por lo contrario, no ha mejorado para nada. Sigue empeorando la situación laboral, no sólo de Suárez, que fue la primera atacada en este cimbronazo de despidos que se vienen dando en todas las empresas del país. Prácticamente terminando y liquidando la producción de aparado. Este sector productivo es el que más ha sufrido los despidos y los cierres en algunas empresas de líneas completas de aparado”.
Es la consecuencia directa de la importación de capelladas, sobre todo provenientes de China.
Sobre el particular Mariela Holzmann dijo que “esto no es algo que de golpe se abrió la importación. La importación viene de años anteriores, se venía marcando, se venían presentando números. El Sindicato siempre toma los recaudos de ver los números que van entrando de lugares como China o Brasil. La capellada importada tiene un valor mucho más económico que producirla ya completa acá. Tampoco es algo que se hizo de golpe, esto estaba planeado, armado y firmado, en plena campaña electoral anterior. Creo que la autorización se dio el año pasado y la entrada de capelladas que tuvimos acaparó varios meses de este año, y a esto le sumamos la gran recesión que vivimos todos a lo largo de este año. No solo han ingresado capelladas, sino también el producto terminado final, que también atenta contra la industria local”.
Agregó que “estamos entendiendo que nos quieren llevar al final, hay que entender el mensaje del gobierno en el que estamos, estamos en un gobierno equivocado en los trabajadores”.
Luego de este análisis indicó que como consecuencia de este panorama los talleres de aparado de Coronel Suárez están sufriendo a pleno esta situación, la que incluso se cree habrá de agravarse en los próximos meses.