“Se sabe que hay mucha hacienda en los feedlots y mucho ganado atrasado en el campo que, en algún momento de las próximas semanas, comenzará a salir. De todos modos, por ahora prevalece la retención y el mercado sigue firme”.
La declaración corresponde a Ignacio Iriarte, el consultador de mercados cárnicos, tras la caída de la oferta de ganado para faena en el último septiembre y como un reflejo, salvo alguna excepción, de lo que sucede desde el inicio del año.
“La carne vacuna es un producto escaso, ya sea por la liquidación del período 2007/2010 o por la fase de retención en marcha que restringe la oferta”, agregó.
“En los últimos doce meses, la oferta de ganado para faena se complicó adicionalmente por las lluvias, el barro, los feriados y los paros, aunque en agosto había mostrado una incipiente recuperación”, admitió Iriarte, en la página de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA).
Sobre el tema, Ignacio Iriarte amplió al asegurar que, si la ganadería argentina no estuviera en una fase de retención y se enviara a faena todo lo que el stock produce anualmente, la situación sería diferente.
“Con un stock de 53 millones de cabezas y una tasa de extracción del 25%, la faena sería de 13,3 millones de cabezas; es decir, 1,7 millones por encima de la prevista para este año”, aseveró.
“Esto supondría una producción de carne de 3 millones de toneladas, 400.000 toneladas superior a la producción prevista para este año”, dijo.
Concluyó en que, en términos per cápita, la disponibilidad de carne vacuna sería de 60 kilos para el consumo interno y sumando lo que se destinaría a la exportación, se llegaría a una producción de 70 kilos.
En relación al mercado del norte, es probable que, en las primeras semanas del año próximo, se produzca la vuelta de las carnes argentinas al mercado de los Estados Unidos.
“El momento no es el mejor: el precio del novillo llegó en noviembre de 2014 a U$S 3,70 por kilo vivo con un ternero de invernada liviano, que rozó en ese momento los U$S 7 kilos en Oklahoma, pero luego todo se cayó”, indicó.
Explicó que el valor del ganado se derrumbó en 2015 y en lo que va del año en curso, llegando hace unas semanas a los U$S 2,20 por kilo vivo.
“Hay dos interpretaciones a la caída: la primera es que la respuesta de los ganaderos a los altos precios de hace dos años ha traído un aumento de la oferta ganadera”, sostuvo.
“La segunda, y es la que ha llevado a una investigación especial del Senado, adjudica a la especulación en el mercado de futuras la baja inexplicable del precio de ganado vivo”, aseguró Iriarte.
Informe del USDA
De acuerdo con un informe de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), el departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) proyecta que, para el año próximo, la Argentina produciría 2,7 millones de toneladas de peso carcasa.
Esto implica un incremento marginal, respecto del registro del corriente año, cuando se llegaría a las 2,6 millones de toneladas.
Además, se espera que la faena sea similar a la de este año, lo que da cuenta de que las previsiones son a que se sostenga el proceso de inversión y retención de vientres.
Desde FIFRA se comentó, sin embargo, que el USDA destaca algunas debilidades del sistema económico que restringen la expansión en producción y en exportaciones de parte de nuestro país.
Entre ellas, destaca la fortaleza de la moneda local, que quita competitividad a la industria por el incremento en dólares de sus costos, los altos precios en dólares de la hacienda que son, a su vez, superiores a lo de países competidores, el incremento de los costos de la energía, valores FOB débiles y la falta de acceso a importantes mercados para la carne vacuna, entre ellos, justamente el de los Estados Unidos.
Respecto del consumo local, para 2017 se lo estima en 2,46 millones de toneladas, un registro similar al de 2016, mientras que las exportaciones rondarán las 240.000 toneladas, apenas 20.000 más que las de este año.
En cuanto al seguimiento que hace el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina sobre la evolución de las exportaciones de carne vacuna, se da cuenta de incrementos marginales con respecto del registro del año pasado, que fue muy malo para la actividad sectorial.
El documento del IPCVA destaca que las exportaciones de carne bovina del mes de septiembre de 2016 alcanzaron alrededor de U$S 90,85 millones, que resultaron 3,0% inferiores a los 93,63 M/U$S obtenidos en agosto último. De todos modos, resultaron superiores 27,6% superiores en relación a los U$S 71,23 millones que se habían registrado en septiembre de 2015.
Fuente: La Nueva.