Fue emotivo, muy cálido, con la presencia de muchas personas que han sido significativas en la vida de Norma Montes, quien por muchos años fue Directora del Departamento de Aplicación, luego Escuela Primaria Nº 46.
El homenaje se llevó a cabo a un mes del aniversario del fallecimiento de Norma Montes, en el Cementerio Municipal.
Pablo Paissaud, Director Institucional, dijo que “nos reunimos para rendir un homenaje a Norma. Da pena que ella no haya podido estar en este aniversario de la escuela (que celebró anoche sus 50 años). Pero es bueno que debamos rendir este homenaje. Si estamos acá es porque ella hizo algo importante, que marcó la vida de muchos alumnos. Es difícil de contar la obra educativa de Norma, es difícil cuantificarla. Pero sí hay algo que nosotros podemos ver: la EP Nº 46. Ella fue quien la estructuró, la formó, la trabajó. Sus años de esfuerzo se pueden ver hoy en una escuela que funciona bien, que tiene una matrícula de 400 chicos, que muchos padres la eligen para sus hijos, y esto es el legado de Norma. Ha sido su trabajo de años. Por eso es bueno poder venir y rendir un homenaje a su trabajo”.
Acto seguido contó una anécdota que desconocían sus hijas, Carolina y Claudia, hoy Directora y Vice de la EP Nº 46: “cuando ella ya estaba jubilada y retirada un día me llamó a su casa. ¿Para qué? Para saber cómo andaba la escuela, se había enterado de algún rumor. Fui a su casa, porque ella estaba interesada en su escuela, quería saber cómo estaba funcionando”.
Luego fue descubierta una placa en nombre del establecimiento educativo que dirigió a lo largo de muchos años.
Una ex docente de la escuela, Luján Esperanza, hoy Directora de la Escuela Nº 32, se dirigió a todos los que estaban congregados para relatar lo que calificó de “hermosa experiencia de mi paso por la EP Nº 46”.
Destacó que “trabajar en su escuela fue una de las cosas más importantes que me han sucedido en la vida. Trabajé cómoda, respaldada por ella y por Carolina, dejaron que la creatividad y las propuestas sugeridas sean puestas en marcha, siempre acompañándome de cerca. Confió en mí desde el primer día, me dio palabras de aliento en lo profesional y también en lo personal, cuando alguna vez lo necesité. Llevaré por siempre el recuerdo de su templanza, su sonrisa eterna y las palabras adecuadas en situaciones no tan cómodas que también tiene la docencia”.
Para finalizar hablaron las dos hijas de Norma.
Claudia, luego de agradecer las palabras de Pablo, Director de la Unidad Académica, de Luján Esperanza y a todos los que estaban presentes, señaló que “nos hubiese encantado que mamá esté acá. Ella ya se estaba preparando para los festejos de los 50 años. Pero Dios no lo quiso así. Este homenaje que nació del corazón de la Unidad Académica consideramos que ella lo merece. Agradecemos la compañía y la presencia. Todos los que están hoy acá de alguna manera han tenido que ver con mamá. No solamente en el colegio, sino también en la vida. Muchas gracias por recordarla. Ha dejado una huella difícil de seguir, si hay algo que podemos destacar y recordar de mamá es su amor por el colegio, su amor por lo que hacía. Trataremos de seguirla y de imitarla, poniendo nuestro mayor esfuerzo. Yo creo que ella desde el cielo nos está marcando cada paso, cada decisión que tenemos que tomar. Y la tenemos presente a cada momento, en el colegio y en nuestra vida. Creo que de eso se trata, de recordar y de celebrarla cada día, juntas”.
Por su parte Carolina recordó también a algunas docentes que pasaron por el Departamento y la EP Nº 46: “la seño Lita Orliacq, que fue una docente muy querida. Y alguien a quien recuerdo con muchísimo cariño a Nora Garat de Morelli, maestra de matemática de 6to y 7mo. Una maestra que como decía mamá no tenía carpeta. Ella llevaba un papel y una birome y ahí daba clase, ¡y que clases daba! Mamá siempre estaba preocupada, porque decía que un día iba a venir un inspector, me va a pedir la carpeta de Nora y yo no tengo nada. Y un día apareció un inspector, ¿y dónde fue? Al salón de Nora. Mamá estaba medio descompuesta de los nervios. Y entonces Nora, con esa prestancia que le era característica, cuando la inspectora le pide la carpeta, ella con la mejor sonrisa le dice ‘mi mejor carpeta son las carpetas de mis alumnos’. Acto seguido le dio la carpeta de sus alumnos. Nadie le pudo decir nada. Esas son las cosas lindas que uno tiene que recordar de todos los docentes. Ojalá el día de mañana recuerden ese tipo de cosas de nosotros, de quienes hemos sido docentes”.
Fue una ceremonia muy sentida y una manera de comenzar a transitar un día muy especial para la Escuela Primaria Nº 46, ex Departamento de Aplicación del ex Colegio Nacional.