Ha sido y sigue siéndolo un trabajador incansable de la institución que privilegia la práctica de las bochas y que es un punto de reunión para conocidos, afiliados, amigos, en cada atardecer, todos los días de la semana.
“Son muchos años, los que he estado en el club –dice Félix- tal vez no estuve en los primeros 10 años, pero fue un club que se hizo con el fútbol, con muchos jugadores de fútbol, que se habían separado de otros clubes y decidieron formar una nueva institución. Eligieron el nombre de Vélez Sarfield, como el club El Fortín de Villa Luro”.
Bedacarratz recuerda que “La primera sede fue en un garaje, donde había una mesa y cuatro sillas para reunirnos. Luego, como se hacía mucho boxeo, lo que dejaba algunos ingresos, se pudo comprar un terreno, que es donde funciona hoy el club. Hoy contamos con una sede, que dentro de lo poco, es bastante cómoda, con casi 400 metros cubiertos, que se ha hecho a fuerza de sacrificio, con mucha gente que ha colaborado. Algunos que están, otros que no están, pero siempre han puesto un granito de arena para que la institución siga adelante”.
Desde que se sumó al club El Fortín se quedó para siempre en la institución. Trabajando en diferentes cargos de la comisión directiva, muchos años como Presidente, hasta hace poco, en que asumió ese cargo Ariel Carcedo. No obstante, Félix Bedacarratz continúa integrando la comisión, y es una referencia indiscutida para todos, a la cual acudir, por experiencia, y por conocimiento de esta particular institución.
Recuerda, historiando la trayectoria del club que “después de un tiempo, el fútbol se dejó, y siempre ha sido las bochas el deporte que se asocia indefectiblemente a El Fortín. Las bochas representan todo, porque es el deporte que practicamos, con mucha dedicación”.
No hay prácticamente en la ciudad buffet de clubes a los cuales concurrir a las tardes, con la seguridad que se está entre conocidos, amigos, casi familiares, a los que se pueda ir a charlar, a jugar a las cartas, a tomar una copa; es un ambiente sano, la gente se divierte, con mucha gente colaboradora, porque se hacen cenas periódicas, donde hay colaboración de un grupo de mujeres que trabajan muy bien con la institución. En fin, se hace un sacrificio que vale, porque hoy tenemos una sede confortable, y somos importantes como club de barrio. Por supuesto que quedan muchas cosas por hacer, como terminar el salón de arriba, que de a poquito lo vamos a lograr”, termina diciendo don Félix Bedacarratz.
Fotografías gentileza Fotos Degele.