Tira el tema como uno más, aun sabiendo de que no lo es. A partir de entonces, el ministro de Agroindustria de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, da un título detrás de otro.
“Sí, nos estamos metiendo a fondo con los ingresos brutos de la cadena de la carne.
“Pretendemos empezar a recaudar lo que corresponde y, quien no pague a partir del año que viene, tendrá problemas.
“Esto es, ni más ni menos, que combatir la ilegalidad. Las cooperativas que no estén en regla, por ejemplo, tendrán problemas.
“Avanzar en este sentido será una excelente señal. Así lo hemos acordado con el ministro (de Agroindustria de la Nación, Ricardo) Buryaile”.
Sarquís, un obsesionado por naturaleza, está movilizado por el tema.
“Este es un direccionamento del presidente (Mauricio) Macri, que nos dijo: ¡Tenemos que ordenar el mercado de la carne! Y no es por casualidad. En poco tiempo vamos a volver a exportar a los Estados Unidos, entre otros mercados, y para eso necesitamos ejemplos concretos sobre nuestra organización”, dice.
--Ministro, ¿Por qué en la provincia de Buenos Aires?
--Porque está gran parte de la faena y de la producción. Pero este es un trabajo que se hace en equipo con la Nación.
“Todo lo que traiga beneficios para que la carne argentina, tanto en lo interno como en el exterior, será bienvenido. Pero primero debemos ordenar la casa. ¿Por dónde comenzar? Por mostrar que las herramientas de la legalidad para la industria de la carne sirven”.
--¿Lo hablaron con los representantes del campo?
--Sí, claro. Pero esto surge de un pedido de las mismas entidades. Acá la principal beneficiada será la cadena.
“En la Provincia hay cinco o seis frigoríficos grandes, y existen muchos chicos, pero esos grandes no pueden progresar de continuar así".
--Esta situación se produce en la mayoría de las provincias...
--Es cierto. Son muchas las provincias productivas que tienen el mismo problema.
“Estos cambios no son de gran impacto provincial, pero sí sectorial. En este sentido somos concientes de que nuestra provincia tiene un mensaje y tenemos que hacer el aporte sustancial para que, a nivel país, cambie”.
--¿Cuando se producirá?
--Próximamente. La gobernadora (María Eugenia) Vidal está en tema y seguimos trabajando junto al ministro (de Economía, Hernán) Lacunza.
“Una referencia: los cambios están contemplados en el Presupuesto 2017 para la provincia de Buenos Aires”.
--¿Cuál es el perjuicio económico de esta falta de ordenamiento, por llamarlo de alguna manera?
--En la provincia de Buenos Aires se deberían recaudar 1.200 millones de pesos en concepto de ingresos brutos. Pero ingresan menos de $ 200 millones. Esto quiere decir que hay una ilegalidad absoluta y mucha comercialización que no se paga. Entendemos que casi el 50% es la que no pasa por los carriles normales.
Estos cambios en la cadena de la carne provocarán aumento de precios en góndola?
--De ninguna manera.
La mejor carne
--¿El ordenamiento se puede vincular con el proyecto de tipificación de la carne?
--En tal caso, insisto en que primero debemos poner la casa en orden. Sólo así se podrá lograr la tipificación por zona y tener los beneficios adecuados de una medida semejante. Con el Senasa estamos trabajando en este aspecto y estamos de acuerdo en que se debe hacer.
“Pero hay algo más importante: nosotros no comemos la mejor carne, ni exportamos la mejor carne. Ahí también tenemos otro problema. Solución: debemos comer mejor y decidir cuáles son los cortes para exportación.
--¿Se va en esa dirección?
--Vamos bien, porque se engorda un poco más a los animales. La retención de vientres lo empieza a marcar. Así, el productor gana un poco más de dinero por kilo vivo y empieza a reaccionar desde el punto de vista económico. Y al costo de la implantación de pasturas buenas lo puede bancar.
“Si encima se le dice que uno ordenará la parte impositiva de una manera que lo pueda pagar y, a su vez, que todo lo que no se ha abonado en este último año se podrá poner el día con un plan de pago, tanto los productores, como las asociaciones y las empresas se darán cuenta de que el Estado se puso los pantalones largos”.
--A propósito de la retención de vientres, algunos productores reclaman por créditos a valor producto...
--En realidad, lo que sucede es que no tenemos ese tipo de créditos. No se puede porque no lo permite el Banco Central.
"No es un tema cerrado y estamos viendo cómo destrabarlo. Son normativas generales y hay que presentar justificaciones necesarias.
“De todos modos está la línea ganadera del Banco Provincia, que baja con la inflación y tiene beneficio de algún punto de la Nación. Como de vientres específico no tenemos, estamos viendo cómo podemos armar alguno con Provincia leasing.
--¿Habrá fondos del Plan Ganadero Nacional?
--Este año viene menos dinero, pero estamos activando alrededor de 25 millones de pesos al Plan Ganadero Provincial. El foco está en la actividad porcina y un poco menos en vacunos, porque entendemos que hay menos necesidades.
“El objetivo es empezar a reestructurar, en forma definitiva, la actividad porcina. La informalidad es uno de los aspectos, así como vacunar contra triquinosis y carbunclo. Este plan se activará en los próximos días”.
--¿Será relanzada la Ley Ovina?
--Hoy está funcionando, pero con efecto residual.
“A la semana pasada había 41 proyectos con un financiamiento por 19 millones de pesos. La Provincia es muy eficiente en cuanto a la presentación de propuestas, pero la percepción que tenemos en el ministerio es que el sector puede duplicar lo que le sucede hoy".
--¿Se piensa en la carne o en la lana?
--En la carne. Debemos hacer una campaña de la carne de cordero como complementaria, pero no como alternativa para comer por si anda mal otra.
“Hay razones para esto. Los ovinos están, mayormente, en el sur y en la provincia de Buenos Aires. Como en el último tiempo no hubo incentivos, hay que trabajar para ofrecer herramientas viables.
“Sabemos que el sudoeste bonaerense es ideal para el ovino y por eso de acá a seis meses le pondremos mucho esfuerzo. Y para esto contaremos con Jorge Srodek, nuestro jefe de Gabinete".
Vale fertilizar
La prédica lanzada desde el ministerio de Agroindustria por una mayor fertilización para la siembra fina finalmente dio resultado. La utilización del producto se incrementó casi el 40%.
“Hay un salto positivo en fertilización. A partir de ahora, la Argentina puede mirar los mercados del mundo de una manera diferente. Brasil, por ejemplo, nos exige cantidad y calidad. Y más para esta campaña, en que sembraron un 20% menos.
“El suelo bonaerense se beneficia con el aporte de fertilizantes y, si no tenemos retenciones ni ROE's, están estables los mercados y se empieza un trabajo ordenado, el próximo paso es jerarquizar el origen del trigo de acuerdo con las diferentes calidades”.
--¿Siguen la evolución del precio del trigo?
--Estará a menos de lo que pensaba: entre 150 y 165 dólares la tonelada. Lo más importante es que no resten por la calidad.
“Hay que tener en claro esto: si el productor hace una tonelada de grano, recibirá entre 150 y 170 dólares; si hace harina, U$S 250; si son pastas, U$S 450 y si hace galletitas, U$S 1.200. Hay que empezar a hablar en estos términos para dejar de ser sólo productores primarios.
“En el país esperamos unas 15 millones de toneladas, de las cuales el 50% se hará en nuestra provincia”.
--¿Se ampliarán los créditos para el SOB?
--Para 2017 se lanzará una línea especial para cada región. Una para el SOB, otra distinta para el SEB y así el resto.
--¿Cuáles son las expectativas respecto del girasol?
--Tenemos excelentes posibilidades de crecer. Creo que llegaremos a 700.000 hectáreas sembradas, y de buena calidad. La cantidad dependerá de una eventual competencia respecto del maíz.
“A nivel país creo que llegaremos a casi 4 millones de toneladas, pero lo que importa es la tendencia. Y no es malo que esta vez el productor elija otro cultivo o que no siembre porque no tiene semilla, porque son dos temas corregibles.
--¿Faltará semilla?
--Los criadores y los semilleros no siempre tienen en cuenta la evolución a futuro. Creo que habrá lo suficiente. Y hay que promocionarlo cuanto antes para que nadie se quede sin sembrar.
Fuente: La Nueva.