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“Miércoles negro” en Coronel Suárez.

 

Concentración en la Plaza San Martín convocada por SUTEBA y acompañada por el Servicio de Violencia Doméstica de la Municipalidad.

La del miércoles fue una jornada donde la mayoría de las mujeres se vistieron de negro. Fue sumándose a una gran movida de concientización que se llevó a cabo en todas las ciudades, pueblos y las plazas públicas del país para poner en evidencia otra vez un fuerte grito de protesta sobre la violencia de género.
Consultada la Trabajadora Social Nerina Guarnieri, integrante del equipo de Violencia Doméstica de la Municipalidad de Coronel Suárez, habló sobre la significación de la fecha y de la convocatoria denominada “Miércoles Negro”, que en Coronel Suárez llevó adelante el gremio SUTEBA, sumándose también el área de Violencia Doméstica y otras instituciones.
“Este es un día de luto para nosotros. Simbólicamente elegimos este día un poco impulsados por movimiento y organizaciones de todo el país a raíz del femicidio de Lucía Pérez y de todos los femicidios que se suscitan cada 30 horas. Sabemos que cada 30 horas muere una de nosotras. Una vez más renovamos la convocatoria para decir ‘Ni una menos, vivas nos queremos’ y salimos a las calles. También en las calles es donde se están suscitando estos femicidios, además de las situaciones de violencia doméstica que conocemos a diario”.
Lejos de aplacarse pareciera que los casos siguen aumentando, o por lo menos se han hecho más visibles.
A este respecto Nerina Guarnieri dijo que “a raíz de las manifestaciones contra la violencia vemos como una reacción de la violencia machista y patriarcal que se hace muy visible. Hoy circula esta información, sabemos que los femicidios no vienen de la historia reciente; esto viene de larga data, pero si es cierto que ahora se hace más visible. Pero lejos de atenuarse las desigualdades, que cese esta situación de inferioridad de la mujer en vastos aspectos de la vida cotidiana, se sigue reproduciendo este sistema machista y patriarcal. El femicidio es la última instancia, la máxima expresión de esa violencia. Como siempre decimos, es el último eslabón de una cadena de violencias múltiples que se reproducen en distintos planos. Históricamente la mujer, en el mundo, ocupó un lugar de inferioridad en relación al hombre y las violencias son múltiples, porque hablamos de violencia simbólica cuando por ejemplo, a través de los roles, la mujer tiene que ocupar un lugar de subordinación; a través de los estereotipos de género la mujer estuvo impuesta a desarrollar determinados lugares en la vida cotidiana, el hogar la familia. También hay violencia en el plano económico en cuanto a las condiciones de trabajo que siempre son inferiores hacia la mujer; las tareas de cuidado no remuneradas, la precarización laboral siempre perjudica mayoritariamente a las mujeres. Cuando hablamos de machismo y de patriarcado hablamos de un sistema que nos involucra a todos. Las mujeres también somos reproductoras de conductas machistas. Cuando educamos, trabajamos, formamos personas, nos conducimos en la sociedad, todos solemos tener conductas machistas. No es exclusiva responsabilidad de los varones. Si bien son los varones quienes ejercen el poder en detrimento de las libertades de las mujeres”.

 
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