¿Usted cree que existen prejuicios en la sociedad acerca de la salud mental?
¿Son frecuentes los padecimientos mentales?
¿Afectan realmente la calidad de vida en general?
¿Cómo repercute en la familia del paciente el desarrollo de un trastorno mental?
Al hablar de problemas de salud, como por ejemplo la diabetes o la hipertensión, no hay dudas acerca de la importancia del diagnóstico y el tratamiento; pero al considerar síntomas emocionales hay personas que cuestionan la existencia de una enfermedad y tienen prejuicios o temores que estigmatizan, retrasan la consulta y el diagnóstico, demoran el inicio del tratamiento con lo cual empeora muchas veces el pronóstico del cuadro clínico. Cuando nos referimos a salud mental hablamos de nuestra capacidad de leer, conversar, comprender, interpretar, sentir, comunicarse, detectar lo que el otro siente. La posibilidad de analizar, de elegir, de recordar y de darle un sentido emocional a las cosas, los lugares y las situaciones. La salud mental es producto de mecanismos biológicos y psicológicos que hacen posible disfrutar de las personas y de uno mismo, tener metas, planificar, aprender, pensar, ser creativos.
Hablar de salud mental es hablar de las emociones, los pensamientos, las conductas; es referirnos a todo aquello de lo que somos conscientes y también a un universo inconsciente. La salud mental impacta sobre la realidad cotidiana de la persona y a la vez, la realidad misma influye directamente en la salud del individuo. Es un proceso determinado por componentes biológicos, psicológicos, vinculares, familiares, culturales, religiosos y socioeconómicos que define un funcionamiento del individuo en su contexto. Es resultado de una construcción compleja donde convergen factores actuales como los mencionados con otros componentes históricos, tanto individuales como familiares y contextuales, que marcaron etapas y determinaron una autoestima, una personalidad, una dinámica psíquica, social y biológica.
Pensar la salud mental desde la salud y no desde la enfermedad…
Implica enfocar recursos en:
Brindar pautas que ayuden a promover la buena salud y a prevenir el desarrollo de problemas mentales y adicciones.
Trabajar para detectar de forma temprana situaciones que requieran diagnostico y tratamiento.
Trabajar en la capacitación de los profesionales.
Consolidar un abordaje integral para detección temprana, diagnostico y tratamiento efectivo del paciente en su contexto, sea niño, adolescente o adulto.
Invertir recursos en primera infancia.
No estigmatizar ni etiquetar a nadie.
Invertir en salud mental infantil es trabajar en las bases de la sociedad, es abordar de forma temprana la disfunción familiar, de forma integral a una persona con discapacidad y su entorno, es invertir en el estadio precoz de la patología mental y en lo más básico de la inclusión social de cada uno como diferente pero valioso en su individualidad.
El 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental.
Piense un instante en qué medida nuestros gobiernos invierten en programas de prevención en salud mental.
Piense por un momento de qué manera la sociedad valora a las personas con problemas de consumo de sustancias o padecimientos mentales.
Deténgase un minuto a pensar en su propia postura frente a la Salud Mental.
Cosa de todos, cosa de cada uno… No hay Salud sin Salud Mental.
En Coronel Suárez estamos trabajando en la formación de un Equipo que tenga como metas el desarrollo de tareas para la prevención, programas para la capacitación profesional y consolidar un proceso integrado de admisión, diagnostico precoz y tratamiento oportuno, desde la interdisciplina, a fin de brindar a niños, adolescentes y adultos un abordaje jerarquizado y actualizado que contemple su contexto familiar.
Dr. Andrés Aguirre. Médico Pediatra y Neonatólogo.
Dra. Andrea Saccomanno. Médica Pediatra, especialista en Adolescencia.
Dr. Gustavo J. Roux. Médico Psiquiatra especialista en Psiquiatría y Psicología médica Infanto Juvenil.