Entre lunes y jueves, luego de la misa de las 19 horas en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, se vivió un acontecimiento especial. Se trató de la adoración de la Eucaristía, conducida por el misionero laico Daniel Salvucci, quien pertenece a un movimiento que recorre toda América Latina proponiendo una hora de adoración al Santísimo.
Cada día fue mayor la cantidad de gente que se acercó a llevar a cabo esta vivencia de íntima comunicación con Jesús en la Eucaristía.
En momentos en que llegaba a la Estación Retiro en Buenos Aires, para emprender viaje hacia Concordia, Entre Ríos, para seguir con sus actividades misioneras, Daniel Salvucci habló con La Nueva Radio Suárez.
“Ha sido una experiencia muy fuerte la que vivimos en Coronel Suárez, muy comunicada. Los que venían el lunes le contaban a otros, el martes a otros, así fue sumando. El jueves estaba que rebalsaba la Iglesia. Es una alegría, no es ganar una batalla contra otras religiones, no es el caso, sino que los católicos podemos presentar realmente a quien es nuestro Dios, más allá de los diferentes puntos de vista. Estar con Él es, estar con Él. Esa fue nada más que la propuesta para todos, jóvenes, ancianos, varones, muchos hombres había, muchos jóvenes y niños. La gente disfrutó mucho y esa es una alegría para nosotros. Sobre todo para el corazón de la Virgen, que siempre quiere que Jesús sea amado y acompañado”.
Dijo que tomarse una hora por semana para estar en íntima comunicación con Dios es “detenerse un poco, respirar hondo, poner punto muerto. Analizarse de alguna manera frente a Jesús. Y eso siempre traerá frutos. En primera instancia reconocimiento de errores, cambiar de rumbo, darnos cuenta que estamos demasiado histéricos, demasiado apurados, y esas cosas hacen mal para la vida”.
Desde hace un tiempo en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen está la adoración al Santísimo, en una Capilla que está instalada en un sector lateral al Atrio de ingreso.
“La propuesta es que puedan ir, acercarse a la secretaría de la Parroquia, y en algunas de las misas, y pedir una de las invitaciones y llenarla con la hora que cada uno quiera. Si quieren pedir un milagro grande, groso al Señor, que se anoten de madrugada. Te levantas 15 minutos antes, de acostas 15 minutos después de esa hora y yo les aseguro que va a ser el día más precioso de la semana, por esta quietud, por esta bendición que se derrama del corazón eucarístico de Jesús. Entrando a la Parroquia, a la derecha, hay una pequeña Capillita que tiene la particularidad de ser como Belén, familiar, acogedora, simple, tranquila”.
El misionero luego reflexionó que “allí puede ir toda la gente, cualquiera, en el horario que quiera. La propuesta es que todo el mundo pueda ir 15 minutos, una hora, un rato. Y ojalá tomar cada uno su hora, para que el Cura tenga que ampliar la Capilla. Cuando antes en la madrugada había uno en esta semana había cinco personas en horas de la madrugada. Eso es magnífico, es una alegría grande para el corazón de la Virgen”.