En la mañana del jueves las instalaciones del Jardín Nº 901, en la Avenida Casey, se llenaron de emoción producto del reencuentro de queridas docentes para tributarle la despedida a Silvia Mariani, docente del nivel inicial.
El acto fue organizado entre los Jardines Nº 901 y Nº 913, establecimientos por lo que Silvia transitó en el ejercicio de su vocación.
Antes del acto, al que llegó acompañada por su familia, habló con La Nueva Radio Suárez.
“Me recibí en el año ´83 y en el año ´87 empecé a trabajar en el nivel inicial, en el Parroquial Santa María, estuve tres años y después pasé al jardín del Colegio Nacional, hoy Jardín Nº 913. Trabajé desde el año ´87 hasta julio del año 2012, en donde por decisión personal decidí rendir para el cargo directivo. Después de 24 años me fui de ese jardín para el Jardín Nº 901, donde terminé mi carrera en el vicedirección, compartiendo el equipo con quien es la actual Directora, Cecilia Casquero”.
De todos los lugares donde estuvo se lleva “los mejores recuerdos. Cuando uno decide jubilarse es una decisión que se toma, uno sabe que en los lugares donde estuvo no va a volver a estar. Pero los recuerdos los tengo guardados en lo más profundo de mi corazón. El cariño de los niños, de la comunidad educativa, de los padres, de las cooperadoras, de todos. Si volviera a tener 18 años, y al preguntarme, ¿qué puedo hacer?, volvería a elegir esta carrera. Estoy feliz. He dado mucho. En lo pedagógico, en lo personal, en todo. Estoy muy segura de todo lo que hice. Agradezco la posibilidad que me dieron mis papás, yo me quedé en Suárez a estudiar, a mi familia, a mi marido, que siempre estuvieron al pie del cañón, y a mis hijos”.
Se reunieron los dos establecimientos educativos para despedir a una docente que dejó mucho en las aulas y en la vicedirección de la que estuvo a cargo.
“Tuve los mejores vínculos, las mejores relaciones interpersonales donde estuve, estoy feliz, muy feliz”, dijo Silvia Mariani, momentos antes del acto de despedida en el que después corrieron algunas lágrimas y mucha emoción celebrando el cierre de una labor dedicada y comprometida.