Las municipalidades de Patagones y Viedma se manifestaron en contra de la decisión del Senasa de someter a debate público la posibilidad de permitir el ingreso de carne fresca de cerdo sin hueso y embutidos porcinos desde la Zona Libre de Aftosa con Vacunación (la ubicada al norte del río Colorado).
Senasa anunció que la Consulta Pública 276 estará abierta hasta el 5 de octubre próximo y, si bien no es vinculante, podría impulsar al organismo nacional a flexibilizar las normas que prohíben el paso de carne desde el norte al sur del río Colorado.
“El proyecto propone la autorización del ingreso de carne fresca de cerdo sin hueso (enfriada o congelada) y embutidos frescos a base de cerdo exclusivamente para consumo interno, de origen nacional, desde la Zona Libre de Fiebre Aftosa con Vacunación. Los animales de los cuales provenga la carne deben ser nacidos y criados en la Zona Libre de Aftosa con Vacunación de la República Argentina y faenados en plantas habilitadas por el Senasa”, indicó el Senasa.
Para los intendentes de Patagones, José Luis Zara, y de Viedma, José Luis Foulkes, una modificación de este tipo sólo traería perjuicios para el sector ganadero de la Patagonia.
“Alentar, propiciar o facilitar el ingreso de carne de cerdo del norte del país o aún del extranjero representaría un desaliento a la inversión (ganadera) en marcha (al sur del río Colorado) y una discrepancia con las políticas públicas que impulsan la producción porcina en el territorio”, enfatizaron.
Los intendentes también alertaron que la medida pondría en peligro el status sanitario alcanzado en la región, pero hicieron mucho más hincapié en el impacto que podría sufrir la ganadería patagónica si no recibe la protección del Estado nacional.
Zara y Foukles recordaron que producir carne en la Patagonia implica sortear fuertes desventajas comparativas en materia tecnológica, económica, climática y laboral, respecto de otras regiones.
No obstante -remarcaron- “entre el 2005 y el 2015 tanto la oferta como el consumo local (de carne de cerdo) han sido crecientes, pasando de niveles insignificantes hasta los actuales que se acercan a la media nacional”.
Este desarrollo de la actividad se logró -dijeron- gracias a las políticas proteccionistas del Estado, que otorgaron “reglas de juego estables” a los productores patagónicos.
“Medidas como las que se quieren aplicar ahora harían sucumbir grandes esfuerzos públicos y privados, perder credibilidad en el fomento de actividades alternativas y no dar los tiempos que amerita la maduración de la actividad”, finalizaron.
Fuente: La Nueva.