Día triste para la ciudad, lentamente se apagó la vida del Dr. Héctor Alonso.
Un pediatra que marcó un estilo, una forma, una mirada particular sobre la realidad de la medicina y la manera de ponerla en práctica a través de la especialidad de la pediatría.
Reconocido por sus pares, admirado por quienes debieron acudir a la consulta profesional.
Alguna vez nos dijo que “para que un niño sea feliz la madre tiene que estar feliz. Primero tiene que ser feliz la madre, sentirse feliz”.
En el año 2014, para el Día del Medico, en el mes de diciembre, el Círculo Médico de Coronel Suárez destacó por su trayectoria al Dr. Héctor Alonso, jubilado de su profesión de médico pediatra hace varios años, pero quien fue maestro para sus pares y que aplicó una particular mirada sobre la medicina.
En esa oportunidad, cuando contaba con 84 años y con una lucidez de conceptos increíbles, seguía enseñando.
Para demostrarlo aquí están algunas de las frases de este médico que llegó en el año 1964 y que fue el primer médico especialista en Pediatría de la ciudad por muchos años, hasta la llegada después del Dr. Eduardo Frandzman.
“Estuve muy emocionado con esta distinción. Cuando desde el punto de vista médico me adulan, o recibo algún reconocimiento, yo tengo asimilado un personaje. Un maestro. El Dr. Carlos Gianantonio, yo pertenecí a una camada de pediatras que aprendió a serlo con él como maestro. Fue un genio que vivía en el hospital, no tenía consultorio. Vivía para enseñar. Nos transmitió pediatría, bondad, interés por progresar”.
“Fue mucho sacrificio al principio. A los tres o cuatro meses de estar acá tenía muchos más pacientes de Huanguelén que de Coronel Suárez. Yo me acuerdo siempre de la señora de un amigo, yo hablaba siempre de psiquiatría y psicología infantil, me gustaba la medicina psicosomática, y esta señora me decía Héctor no hable de eso, porque la gente dice que el loco es usted”.
Fue un adelantado en su época, entre otras cosas porque implementó el sistema de fichas, donde seguía la historia de cada paciente. Sabía lo que había recetado y qué tenía cada uno de sus pacientes.
Otra costumbre que tenía era, luego que un paciente visitaba su consultorio, se dirigía al día siguiente a los domicilios para ver cómo evolucionaba de la afección.
Sostenía que “para que un niño sea feliz la madre tiene que estar feliz. Primero tiene que ser feliz la madre, sentirse feliz. Tenía otro maestro que nos decía que para que el niño sea feliz la madre debía serlo en todas las habitaciones de la casa, y aquí entra el rol del papá y del esposo para que esto sea posible”.
En aquella oportunidad, y siendo la ultima entrevista de La Nueva Radio Suárez, llamaba la atención sobre algo que sucede en la actualidad: la gran cantidad de medicamentos que se usan, sobre todo antibióticos y corticoides; recordó que uno es para combatir bacterias no virus, y que lo segundo “siempre es un arma de doble filo”, por lo que invitó a tener prudencia en este uso.
Sus últimos días fueron plenos de enseñanzas, los últimos años los vivió triste ante la perdida de Luisa, de quien seguramente ha guardado los mejores recuerdos.
En abril pasado la Municipalidad declaró Sitio Histórico la casa de Luisa, ubicada en la calle Brandsen, donde se fundó la Biblioteca Popular Infantil hace 25 años atrás.
Allí se lo vio por última vez observando atentamente cada detalle del acto y siendo objeto de saludos y afectuosa contención por parte de todos los presentes.
Sus restos serán velados de 18 a 20 hs. en la empresa Ramos y Cía., para lo cual la comunidad tendrá la oportunidad de darle el ultimo adiós al Dr. Héctor Facundo Alonso.