En un año que viene siendo altamente gratificante para Isidoro, con una sucesión de muestras con diversas talentos locales, de la región y nacionales donde el prestigio ganado en los últimos años se ve constante a la vanguardia de técnicas y sensaciones artísticas que enriquecen la propuesta.
El sábado por la noche las salas de Isidoro se engalanaron nuevamente por una muestra conjunta de diferentes temáticas y expresiones que permitieron al público apreciar diversidad de tonalidades y experiencias.
Fue “Kike” Bauer el encargado de la presentación de los artistas, anunciar las próximas novedades en una programación que para Isidoro tiene garantizada la continuidad como lo que se viene en una intervención en la Sociedad Rural.
Para ello y después de la bienvenida fue Maria Cristina Elorriaga quien se refirió a las obras de cada una de los artistas de Bahía Blanca, Coronel Suárez y Bahía Blanca señalando que “Isidoro plantea una gran variedad de propuestas para que todos los espectadores cada vez que se habilita una muestra puedan abrir el pensamiento empezando a ver cosas de técnicas y expresiones diferentes”.
La invitada especial era Graciela San Román una artista de la ciudad de Bahía Blanca quien comenzó explicando detalles de la obra, agradeció a Isidoro la invitación, demostró su felicidad por saber que el lugar esta tan vivo con tanta gente y honrada –dijo- de acompañar a artistas locales.
Graciela San Román de su obra “La preponderancia de lo pequeño”, dijo que “tiene que ver con lo vegetal, con las semilla como metáfora de lo vivo, de lo potente, estamos rodeados de campo y yo escuchaba, es decir todo en sintonía con el paisaje como la propuesta próxima de los huesos intervenidos, por eso el material que hoy expongo, la semilla es la potencia de todo, hay que cuidarla por que además de su intenso poder, es altamente vulnerable”, señaló la prestigiosa artista que visitó Isidoro el sábado pasado.
Después Nora Maneiro, fiel discípula de Maria Cristina Elorriaga, brevemente se refirió a su obra “Tiempo de búsqueda” con muchos trazos, algunos cuadros con espátula sin pinceles donde deja transitar posiblemente sensaciones internas que la muestran como una creadora altamente sensible capaz de demostrar sus estados de ánimos, con una fuerte carga emotiva que le permite librarse de esas tensiones a partir de creaciones potentes.
En la última sala, la sorpresa: el trabajo de Andrea Lázaro, una obra denominaba “Aracneanas” donde el espectador tiene que apreciar detalladamente, casi recorriendo con la mirada cada tramo elaborado con papel tisú que atrapa, emociona y casi te captura en un mundo increíble casi un enigma bello, inmaculado, tenue a la vez, pero de gran belleza.
“Nacida de un trabajo inicial a partir de flora submarina, las lianas de Andrea Lázaro se han desplegado para crear su propio espacio. Una cortina, un círculo a lo largo de los brazos de una araña de techo. Estructuras livianas, sensibles a la mínima corriente de aire que sin embargo animan poderosamente el espacio que ocupan”.
“Cada unidad está construida de un hilo de dos metros y medio alrededor del cual se adhieren elementos modulares de papel tisú dispuesto rítmicamente sobre toda su extensión por cada hilo. Los módulos que se repiten son diferentes y muy variados, haciendo en cada uno una obra única que puede unirse a los otros entrelazado su ritmo y melodía para formar estructuras más complejas”.
“Las referencias que vienen a la mente con esta obra son múltiples pero sobre todo se recuerda las frágiles y maravillosas estructuras tejidas por las hábiles arañas que evocan las elegantes y sutiles esculturas que crean las manos infatigables del artista Andrea Lázaro como las de la mítica Aracne, la tejedora cuyas obras eran tan perfectas que provocarían la cruel envidia de una diosa” según rezaba la narración e identificación de la obra.
Finalmente en el acceso a la caso, se encontraba una instalación del exitoso Juan Pablo Arce quien se encuentra fuera de la ciudad, en Buenos Aires, desarrollando su carrera en Artes Plásticas desde donde exponía con una audaz instalación virtual para liberar cargas internas denominado “Proyecto 10 M, desde Buenos Aires, en directo: “Internamente Esther”.
Tras el acto de inauguración de la muestra colectiva, el numeroso público que se acercó a Isidoro, recorrió las obras, habló con los artistas, escuchó las propuestas que se vienen y como siempre valoró el desarrollo de un año exitoso con gran esfuerzo donde los dos grandes puntales del Espacio, su creadora Sonia Gomez y “Kike” Bauer resultan incansables, además como para tener en cuenta Francisco Salerno anunció la puesta en marcha de un bono contribución que tiene un costo de 100 pesos que sortea una obra de Susan Harriot que ya esta a la venta.