El Médico Veterinario que estuvo a cargo de la jornada es un especialista del INTA en el tema cría bovina intensiva. Es Jefe de la Extensión Rural de Venado Tuerto, en el sur de la Provincia de Santa Fe.
Consultado momentos antes de iniciar su disertación, habló sobre lo que implica la actividad de ganadería intensiva.
“Cuando los años ´90 avanzaban la soja se llevaba puesto todo en nuestra región. Yo lancé una propuesta en el año 2000 para volver a las rotaciones agrícola-ganaderos. O sea, rotar soja y maíz con pasturas, ganadería y encima vaca de cría. Cuando yo presenté la primera charla al público pensaba que iban a venir 20, 30 personas. Ante mi sorpresa concurrieron como 250 personas. Algo estaba pasando, y desde ese año conformamos el primer grupo de productores, con los que seguimos trabajando hoy, 16 años después, aplicando toda la filosofía y organización de la cría bovina intensiva. Con el correr de los años se fueron armando mas grupos en Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, que fueron durando algunos más otros menos, y hoy día se siguen generando nuevos grupos, algunos ya con el formato de Cambio Rural”.
Agregó que “a mí me parece que el productor argentino tiene su corazoncito ganadero siempre. La patria se hizo con ovejas y con vacas, y después vino el trigo, el maíz y todo lo demás. Además yo creo que en el fondo todos saben que se están comiendo el suelo. Si los rindes agrícolas son muy buenos eso no es gratis, de algún lado sale. Y no siempre se hacen todas las cuentas que se deberían hacer en lo que hace a reposición de nutrientes, a conservación de suelos. Todos sabemos que en la época que se empezaron a hacer rotaciones de pasturas, con vacas encima y agricultura, los suelos se mantenían, se mejoraban, y eso lo sabe desde el último chacarero hasta el estanciero. Eso funciona. Cuando vamos a los estudios también se demuestra que funciona. En la medida que vendieron su corazón a la soja eso lo fueron dejando y les fue gustando, porque la soja tenía precio”.
Consultado en torno a lo que implica intensificar los procesos, dijo que “nosotros tenemos que producir con la más moderna tecnología la mayor cantidad de pasto posible, el mejor pasto posible. La zona nuestra es alfalfa, festuca y cebadilla. Intensificar implica que hemos llegado a niveles de 20 a 30 toneladas de materia seca por hectárea por año, que es muchísimo pasto. Por otra parte intensificar el manejo implica aplicarle las mayores cargas que aguante esa pastura, apuntando a comernos todo el pasto, nada de dejar un poco. En la medida que se deja un poquito para el invierno tenemos que bajar carga. Y la carga es uno de los principales componentes de la rentabilidad. Entonces con esas muy altas cargas intensificamos en el manejo de la reproducción, de la sanidad, de la alimentación, con mejores resultados generales en definitiva. Con costos muy bajos se logra hacer una producción muy alta y eso es muy competitivo” concluyó expresando este especialista que visitó Coronel Suárez el viernes último a través del INTA, el Dr. Martín Correa Luna.