Resulta oportuna la consulta al Juez de Faltas de Coronel Suárez por el tema del tránsito, pero también por lo que esta semana sugirió el Secretario de Seguridad, Guillermo Sol, cuando se conoció que tres menores fueron los responsables de destrozos en el Instituto Nº 48 y en domicilios particulares la semana pasada.
En una entrevista realizada por La Nueva Radio Suárez Guillermo Sol recordó la existencia de una ordenanza que establece multas hacia los padres o tutores de menores que sean encontrados en estado de ebriedad en la vía pública, y también a menores que produzcan desmanes, roturas y desórdenes en la vía pública.
Se trata de una ordenanza del año 2006, la número 4264, pero resulta que la misma ha quedado desfasada en el tiempo, toda vez que la sanción que establece es una multa de $50.
Consultado el Dr. Federico Lammle dijo a La Nueva Radio Suárez que “hay una ordenanza municipal que data de 10 años atrás, que intentó establecer la responsabilidad de los padres respecto de los actos de nuestros hijos y cuál es el modo más eficaz para tratar que eso pueda solucionarse. Digo solucionarse, a propósito, y no digo sancionarse, porque cuando me preguntan acerca de estos hechos sucedidos recientemente yo tengo el criterio, por más que esté en el Juzgado de Faltas, o tal vez porque estoy aquí, que los límites que la ley impone tienen que servir para recapacitar, para reencauzar, para educar. Esta ordenanza, del año 2006, responsabiliza a padres o tutores menores de edad respecto de las conductas de sus hijos, tanto en estado de ebriedad o produciendo roturas o desmanes en la vía pública. La ordenanza establece sanciones que han quedado fuera de sentido, porque hoy aplicar una sanción de $50 sobre cualquier conducta no tiene ningún tipo de efecto, ni económico ni para poner límites, ni mucho menos”.
Más adelante en la entrevista el Juez de Faltas expresó que es necesario modificar la base sobre la que se calcula la sanción económica, para que la misma no quede desfasada, indicando que se podría tomar, por ejemplo, el sueldo básico municipal.
Pero también indicó una cuestión importante, que considera debe estar contemplada también en la ordenanza que extiende hacia los padres la responsabilidad, cuando quienes comenten desmanes son menores de edad.
“Digo a modo constructivo: me parece que en estos casos el Estado Municipal, independientemente de hacer esto, me parecería también, además de la sanción económica, debiera contemplar un tratamiento, un seguimiento, con un gabinete asistencial, con psicólogo o trabajador social, con respecto a los chicos que tengan en forma más o menos reiterada este tipo de conducta. En definitiva, sería como tener la intención de solucionar el problema a través de la obligación de un tratamiento, para intentar ver por qué está tomando demasiado alcohol, por qué los límites se han pasado, por qué el padre no puede controlar a su hijo. Esto no asegura ningún resultado, pero creo que es mucho más eficaz y constructivo para la sociedad intentar que los chicos que producen desmanes puedan intentar ver el daño que están causando a la sociedad, y los padres que no saben o no pueden controlar a sus hijos que el Estado los ayude desde ese lugar”.
Más adelante, y hablando de otros temas, el Dr. Federico Lammle se refirió a las cuestiones de tránsito.
“No es una cosa constante, en el Juzgado dependemos de las acciones de otros: de Inspección y de Policía. En este momento podría decir como hecho destacado que desde hace un tiempo a esta parte la Policía ha incrementado mucho los operativos y el labrado de actas. Notándose mucho, respecto de otros tiempos, la cantidad de motos y de vehículos que han sido secuestrados, muchos de los cuales son devueltos a sus titulares una vez que pagan la multa y cumplimentan el procedimiento del caso”.
A este respecto estableció como la causa más repetida para el secuestro de motos “básicamente son operativos de control de documentación, cuando el conductor ni tiene la documentación del vehículo, la licencia de conducir, no estar patentada, etc. Son todos motivos que habilita al secuestro del vehículo. Hay otras infracciones que no ameritan el secuestro de la unidad, sí la falta; por ejemplo si uno tiene la luz apagada, sin el casco colocado, etc.”.
Consultado en torno a cuál es la falta más repetida dijo que “una de las conductas que veo a lo largo de estos años –el día 5 cumplí 19 años en el cargo- es el mal estacionamiento. Esto no lo hemos modificado. Estacionar en doble fila, en ochava, en lugares no permitidos. Ninguno se resigna a estacionar bien y caminar dos cuadras para llegar al lugar que quiere. Esto que lo hacemos en otra ciudad aquí no nos tomamos el tiempo. Se estaciona mal, en cualquier lugar, bajo el justificativo que es por un ratito”.