El Teatro Italia se convirtió, este sábado 13 de agosto, en un Spa donde llegaron las “Extinguidas” --Beatriz Salomón, Noemí Alan, Luisa Albinoni, Adriana Aguirre, Mimí Pons, Pata Villanueva, Silvia Peyrou, Patricia Dal, Naanim Timoyko y Sandra Smith--un lugar donde las “grandes divas de la década del 80” recordaron entre risas y monólogos fuertes ese glamour que las distinguió y movilizó en la calle Corriente con éxito internacional.
Pero a su vez, cada una de ellas quiso dejar en claro que detrás de las plumas y el brillo de aquellos años también hubo fragilidad; ratificando que en la actualidad “ellas eligen reírse de sí mismas, como lo hicieron otros en el pasado”; y que esta vuelta tiene el sabor de la revancha.
Extinguidas, una de las últimas obras de José María Muscari, reúne a 10 mujeres que despertaron las fantasías del público con sus curvas y picardía. El punto final perfecto para una trilogía que Muscari inauguró en 2009 con Escoria y siguió con Póstumos, obras donde apeló al talento de algunos olvidados del espectáculo nacional.
La primera en entrar en escena fue Beatriz Salomón, presentándose a través de su perfil de Wikipedia; recurso que se repitió en la presentación de cada una de las actrices, motivado por “la necesidad de decir quiénes son”.
Radiante y espléndida Mimi Pons junto a Luisa Albinoni y Noemí Alan derrocharon destreza tanto en la comedia como en el drama.
“Hay veneno para todas” afirmó Adriana Aguirre espantada por el gusto de las nuevas generaciones por "lo mediático"; hedonista mostró con orgullo su actual figura ante la mirada de las demás actrices que le enumeraron la cantidad de cirugías realizada.
Naanim Timoyko recordó su éxito en Brodway siendo la solista de la compañía Tango Argentino y su retiro de las tablas, como mujer de Mateyko, para dedicarse a jugar al burako en el country; Silvia Peyrou con su espectacular figura bailó un éxito de su expareja, Cacho Castaña; Patricia Dal ironizó sobre su costado espiritual; Sandra Smith satirizó su carrera musical con los recordados “ángeles” y Pata Villanueva sobre sus despreocupados años en el Viejo Continente, enumerando sus aventuras amorosas.
Las divas le rindieron tributo a los años ochenta, entonando populares jingles de publicidades y de las cortinas musicales de los éxitos televisivos en los que participaron, hay menciones a Sofovich, Olmedo, Porcel, Calabró, Tato y a otras "extinguidas" que podrían haber estado junto a ellas.
Escándalos, amores, sexo, traiciones, caídas y resurrecciones de diez espíritus que nunca se dejaron vencer.
Sin los hombres que marcaron sus carreras, las Extinguidas desplegaron en escena humor corrosivo, como bocanadas de amargo drama. Un redescubrimiento “muy Muscari” de las exvedettes, que profundiza en el significado de la fama y su pérdida.