¿La que a la familia trabajadora suarense nos despojó por la fuerza a partir de 1976, de conquistas que estaban representadas por dirigentes sindicales que solo buscábamos sacar de la adversidad y las carencias al trabajador y su familia?
¿En qué guerra sucia estábamos con Rubén Luongo, José Luis Erdozain, Antonio Genaro Serna y otros dirigentes sindicales para merecer la persecución, la cárcel, el sometimiento, cuando nuestro único acto “subversivo” fue fundar la farmacia sindical de Garibaldi y Las Heras, la obra social para más de cinco mil jubilados y pensionadas. Dotar a trabajadores y su familia de un servicio asistencial que no poseían hasta aquel entonces. O la óptica sindical o el barrio de 194 viviendas. La agencia del PAMI o la defensa en todo terreno de los derechos del trabajador y la justicia social?
¿Cuál fue el acto subversivo que cometimos para merecer que la Sociedad Rural, el Círculo Médico, el diario local, la Municipalidad y otros sectores, en octubre de 1976, motivaran y avalaran el robo, el despojo de todas esas obras logradas con dineros y esfuerzo de los trabajadores suarenses?
Señor Presidente: ¿en qué guerra sucia estaba Antonio Genaro Serna y su esposa Marisa Martín para ser sometidos al despido de sus trabajos junto a Juan Gregorini y el matrimonio, encarcelados en Pigüé? ¿Acaso por representar a sus compañeros municipales cuando se les robaba por la fuerza el estatuto laboral? ¿Qué tenía que ver, señor Presidente, el despido de la Municipalidad de Antonio Serna con el simultáneo despido del establecimiento educativo donde también laboraba, sumiendo a su familia en el despojo? ¿Es que no fue suficiente el daño ya ocasionado para agregarle su detención, llevados al Batallón Pigüé, para luego ser expulsarlos de Suárez?
¿En qué acto subversivo estaba incurso yo a partir de marzo de 1976 y hasta 1981, cuando en cualquier lugar o momento atendía los reclamos de los trabajadores, como luego lo hice por 22 años en el Ministerio, para ser denunciado por ciudadanos suarenses, generando mi citación en la Comisaría local, para tomarme declaración en el horario de 22 a 3 de la madrugada?
¿Qué acto subversivo motivó que mi esposa Lidia, nuestra hija Silvia, al igual que las demás esposas e hijos de los otros dirigentes nombrados debieran sufrir el dolor, la incertidumbre sobre lo que podría ser de la vida de quienes habían entregado todo para beneficiar al pueblo trabajador?
¿Qué acto subversivo se había cometido en nuestro Distrito para que el miedo, o mejor dicho el terror, sumiera a gran parte de la población en el ostracismo, en el no te metas?
Usted puede haber mentido para llegar a Presidente y seguir mintiendo para sostenerse, pero esto no se lo acepto. Fue mucho el sufrimiento y la marginación al que fuimos sometidos por el solo pecado de pretender lo mejor para la familia trabajadora.
Julio Zaballa - DNI 5.492.952