Sobre el mediodía del miércoles, cuando el Secretario de Gobierno y la Secretaria de Hacienda brindaban una conferencia de prensa, comenzó a arder un inmenso fuego sobre la plazoleta de la Avenida Alsina, frente al Palacio Municipal.
Los trabajadores movilizados bajo las pautas del Sindicato de Trabajadores Municipales comenzaron a prender fueron una gran cantidad de cubiertas que ya estaban preparadas para hacer oír la protesta y no acatar la conciliación obligatoria que dictaminó el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires.
Hubo asambleas en la Oficina de Inspección Municipal, en el Hospital y en otros organismos dependientes de la Municipalidad, creando aun más un clima de tensión, ya que esta actitud imposibilitaba la atención al público y diferencias de criterios entre quienes no están adheridos a las protestas y quienes están alineados a la medida de fuerza.
Para el mediodía las cubiertas ardían en toda su dimensión y el clima enrarecido se ponía cada vez mas tenso, sobre todo cuando comenzó a tomar estado público el envío de cartas documento al personal que forma parte de la protesta.
El centro de la ciudad estaba inundado por el humo, que inclusive había corrido el rumor que de persistir esta situación los alumnos de la Escuela Nº 1 podrían ser evacuados, cosa que no ocurrió.