Fue un muy buen mensaje, muy significativo para el momento que atraviesa el país todo, pero por otra parte, capaz de permanecer en el tiempo por su significado.
Con la sencillez que lo caracteriza, Oscar Cimarosti, el ciudadano destacado de este año 2016, habló de la necesidad de la construcción conjunta y con compromiso por parte de todos, cuando destaco la importancia que cada uno haga un poco más allá de lo que le corresponde.
Para dejar este mensaje, tomó la figura y la acción heroica del coronel Isidoro Suárez como ejemplo.
“Quería imaginar las pampas de Junín, donde el Coronel Suárez, a cargo de un batallón de caballería, con el nerviosismo propio de la previa de entrar en batalla, pero a la espera de órdenes, con esa visión de los hombres que van mucho más allá, toma la decisión, inconsulta, de cargar contra el enemigo, cuando vieron que la batalla se estaba inclinando a favor de los realistas”.
Luego “Tito” agregó que “más allá de valor del valor militar, de lo que significó esa intervención, al dar vuelta totalmente una cuasi derrota, transformándola en un triunfo, yo rescato una actitud para traerla un poco a nuestros días. No es una actitud puramente militar, sino una actitud humana. Es un hombre que hizo lo que correspondía, estar con su batallón, preparado para recibir órdenes, pero ante la necesidad, toma la decisión intrépida, de hacer algo más que lo que le corresponde. ¿Qué es lo que nos lega el coronel Suárez, aparte de otros valores, como haber ganado una batalla que consolida la emancipación americana? Nos está dando un sencillo y actual mensaje: hay que hacer algo más que lo que nos corresponde. Todos desde el lugar más sencillo, tenemos que hacer lo que nos corresponde y algo más. Tal vez para compensar lo que no hacen lo que corresponde. Pero no importa, hay que hacer algo más. Pensaba en algún ayudante de cocina que pela papas, está haciendo algo más que pelar papas, está preparando una excelente guarnición para complementar un plato que va a dar satisfacción a otras personas. Estaba pensando en los estudiantes que tienen que estudiar no solo para rendir las materias, para cumplir, sino porque esos hombres son los que van a participar en el desarrollo de la patria. Estaba pensando en el tornero que agarra un pedazo de hierro en bruto y termina haciendo una obra que brilla, para que ayude al resto y otros la puedan aprovechar. Estaba pensando en esos padres que tienen los hijos, y tienen que continuar acompañándolos. Y estaba pensando en todas las actividades que hacemos todos nosotros, y que nadie escapa a ese mandato que tiene la patria, de hacer un poco más de lo que corresponde, como hizo el Coronel Suárez”.
Cerró contando “una pequeña historia de un pica pedrero, que bajo el sol, transpiraba y trabajaba fuerte, con una sonrisa. Le preguntaron ¿cómo sos feliz picando piedra? El hombre respondió que no estaba picando piedra, sino estaba haciendo una catedral. Entonces, llevándolo a la vida nuestra, cotidiana, tenemos que hacer algo más para construir esa gran catedral que es nuestra primer sociedad que es Coronel Suárez y nuestra gran patria”.