La compleja obra de García Lorca fue recreada en una versión que demandó varios meses de ensayo, con textos dramáticos y hasta a veces tragicómicos, como cuando aparece la abuela envuelta en su locura expresando frases contundentes que descolocan a Bernarda, quien tras la muerte de su segundo esposo se recluye e impone un luto riguroso y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que salgan a la calle.
La trama encuentra su temática central cuando Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un Hombre.
El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente enamora a Adela, la hermana menor, quien está dispuesta a ser su amante.
Durante un encuentro clandestino de los amantes, María Josefa, la madre de Bernarda que mantienen encerrada por su locura, sale con una ovejita en los brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades.
Cuando Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, estalla una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, pero éste se escapa.
Tras escuchar el disparo, Adela cree que su amante se haya muerto y se ahorca. Al final de la obra, Bernarda dice que Adela se murió virgen para guardar apariencias y exige silencio, como en el comienzo de la obra.
Roles muy bien interpretados por el elenco femenino de actrices del Pueblo Santa María, que recibieron en la función debut del viernes la aprobación del público que colmó la sala del Juan Peter, cuya recaudación era a beneficio de las obras de mantenimiento del salón ubicado en calle Tucumán del Pueblo Santa María.
El elenco estuvo integrado por Alicia Schneider, Graciela Schneider, Laura Streitenberger, Dolores Minig, Maricel Schwerdt, Giuliana Urban, María Fernanda Catrufo, Daiana Scheffer, Patricia Mellinger y Andrea Lambrech.
Interpretaciones individuales muy bien logradas en base a un texto fuerte, contundente, ambientación y vestuario donde los lutos sobresalen en los pasajes centrales de la obra que seguramente requerirá en un futuro próximo nuevas actuaciones, por que quedó demostrada la vocación teatral, algo que viene arraigado de años en Pueblo Santa María y el acompañamiento del publico que con cerrados aplausos valoró el trabajo artístico, donde los parlamentos se sustentan en la represión de la mujer, por ejemplo.
Es un tema central de la obra. Se hace evidente cuando Adela le dice a la criada que a los hombres se les perdona todo y la criada le responde: “Nacer mujer es el mayor castigo”.
La mujer es víctima de los convencionalismos sociales y en esta obra Bernarda, a pesar de ser mujer también, defiende los valores patriarcales. Adela representa la rebeldía contra el sistema. La honra es muy frágil y cualquier desliz, hasta mirar a hombres por la ventana, podría manchar su honra. Para guardar apariencias Bernarda les exige a sus hijas que digan que Adela se murió virgen y que no lloren, y mantiene encerrada a su madre loca porque se avergüenza de ella.
El elenco brindó un espectáculo teatral digno logrando una gran convocatoria de espectadores que colmo toda la capacidad del Salón Juan Peter del Pueblo Santa Maria donde en la despedida final las actrices integrantes toda del Grupo de Teatro Independiente recibió cerrados aplausos y felicitaciones por la actuación.