“A 30 años del fin de una era”. Así titulaba el Diario La Nación un artículo aparecido el domingo 8 de diciembre de 2013, que fue el resultado de haber reunido a cuatro jugadores del equipo que en el año 1983 consiguió ese rotundo triunfo y la copa número 26 para el Coronel Suárez Polo Club.

Así continúa el artículo periodístico que surgió reuniendo a los cuatro jugadores de entonces: “En 1983, Coronel Suárez II, conformado por Horacio y Benjamín Araya, Juan Badiola y Daniel González, le daba al club del sur de Buenos Aires el 26º y último título en su historia; luego, el polo cambiaría su fisonomía”.
“Con la conquista de 1983, Coronel Suárez añadía un nuevo capítulo de gloria a su fastuoso historial. Entonces, nadie sospechaba que sería el último”.
“Ese año, Coronel Suárez II se consagró campeón del Campeonato Argentino Abierto y le dio al club más ganador de la historia su 26º estrella. Al año siguiente, el campeón fue La Espadaña y el polo cambió para siempre”.
“Ya no jugaba Juancarlitos Harriott, su hermano Alfredo quemaba los últimos cartuchos (en Coronel Suárez) y Horacio y Alberto Pedro Heguy comenzaban proyectos propios con sus hijos. Pero otros veteranos todavía estaban vigentes, como Daniel González y Horacio Araya (ambos de 45 años entonces), al tiempo que comenzaba a surgir la nueva generación, encarnada en Benjamín Araya (20, hijo de Horacio) y Juan Badiola (21). Los cuatro armaron Coronel Suárez II en 1982 y en su segunda temporada en conjunto llegaron a lo más alto”.
En estos días, en que la cercana celebración del aniversario de Coronel Suárez nos alienta a la ciudad, el Distrito y su gente, la oportunidad resulta adecuada para conversar de varios temas con Horacio Araya.
“Coronel Suárez es parte de la historia grande del polo en Argentina. Coronel Suárez fue por muchísimos años base y origen del polo importante en el mundo. No solamente por la etapa que lideró Juan Carlos Harriot (h), sino por lo que venía anterior a ellos: los hermanos Alberdi, Juan Carlos Harriot (p), los hermanos Garros, que desde que se inició en el año ´29 el Coronel Suárez Polo Club en muy poquito tiempo alcanzaron categoría mundial como deportistas. Uno de los Alberdi estuvo en los Juegos Olímpicos del año 1936. Fueron parte de una era muy importante en el polo, cuando jugaban Venado Tuerto y El Trébol, en el cual el equipo de Venado Tuerto había dos hermanos Alberdi, que eran de Coronel Suárez”.
Araya luego afirma que “luego, en el tiempo, se jugó la Copa de las Américas, donde también los hermanos Alberdi, con ese equipo de Venado Tuerto, que entonces representó a la Argentina, hicieron un par de series contra Estados Unidos, que en ese momento eran potencia en el polo, y le ganaron acá y en Estados Unidos también. Entonces, por más de 50 años, Coronel Suárez fue la ‘Capital del polo’ en serio”, dijo Horacio Araya.
Para su modo de ver esta fue la época más dorada del polo argentino: “fuimos todos profesionales deportivamente, en el sentido de entrenarnos y cuidarnos, y cuidar todos los detalles como un verdadero profesional. No así en la parte económica, que en esos momentos prácticamente no existía. Hoy es totalmente distinto, la parte económica es muy importante, es un recurso para los jugadores porque les permite buscar en el mundo los mejores caballos para poder montarse con ellos, y viajan por todo el mundo a través de los distintos torneos que se juegan”.
Y agrega que “todavía hoy, por suerte, en lo que es el Abierto Argentino, que es el campeonato del mundo de polo, todavía la parte económica no domina. Ayuda en que los equipos que llegan a jugar el Abierto puedan montarse lo mejor posible, porque tienen el apoyo económico de todo lo que hacen en el resto del año en el mundo. Todavía el Abierto Argentino de Polo es el desafío de ser los mejores, por sí mismo. Eso por suerte se mantiene y ojalá que no cambie”.
Horacio Araya, con su estilo siempre respetuoso y caballeresco, dice más adelante: “al contrario de lo que pasa en el mundo, la gente conoce el deporte, sabe lo que está pasando. En Estados Unidos, en Europa, hay un porcentaje, 10, 20 o 30%, que conoce el deporte, el resto va por una cuestión social, porque es el día de la final y se divierte. Pero acá el 90% de la gente que va concurre a mirar el partido en sí mismo y no a hacer sociales. Eso le da un ambiente muy especial a Palermo y es lo que hace que muchísimos extranjeros vengan a ver este polo, porque no lo ven en ninguna otra parte del mundo”.
Horacio Araya fue Presidente de la Sociedad Rural, reemplazando a Pedro Tenti, cuando asumió como Intendente Municipal, en la época del Proceso.
Pero más allá de eso siempre ha acompañado el desarrollo de la entidad ruralista que es muy importante en Coronel Suárez.
“La Sociedad Rural Argentina, que cumple 150 años este año, como todas las Sociedades Rurales del interior del país, es quien manifiesta las cuestiones que tiene la problemática agropecuaria, han discutido, hablado, consensuado durante muchísimos años con todos los gobiernos y siempre sale la parte positiva de construir, que las cosas mejoren, que se hagan de otra manera si corresponde. Ese es el sentido de las Sociedades Rurales y por eso tienen actividad durante tanto tiempo. Nosotros, la Sociedad Rural de Coronel Suárez, estamos por cumplir casi 100 años en muy poco tiempo más”.
Sobre la fiesta que cada año se prepara, la Exposición Rural, donde es el escenario donde todo el mundo se reúne cada año, Horacio Araya destacó que “siempre ha tenido la característica de brindarse a la comunidad. La suma de todas estas pequeñas cosas que pasan a diario durante mucho tiempo lleva a que cuando hay una fiesta como esta, la Expo Rural, la gente se vea dispuesta a participar, a ser parte de esa fiesta. Es lo que queremos mantener. Siempre ha sido una política nuestra en ese sentido. Por eso invitamos a las entidades a hacer un pequeño stand, hacerse un recurso. Ahí van los padres, abuelos, tíos, todo el mundo colabora. Esto es un poco único de Coronel Suárez, no se ve mucho en otros lados, por eso tiene el éxito que tiene”.
Sobre la ciudad y el Distrito dice que “lo mejor que tiene Coronel Suárez es la gente. Esto de haber estado durante tiempo aislados por caminos, por distancias y todo obligó un poco a la gente a quedarse aquí. Cuando vine aquí el asfalto terminaba en Olavarría, cuando salíamos para Buenos Aires había que llamar a la estación de servicio de Pasín para ver cómo se pasaba el pantano de la Dorita, si por la izquierda, la derecha, el medio o no se pasaba. La gente se quedó acá. Se armaron los colegios, los clubes y todo el entramado social. Está vivo, está bueno. La gente es prolija, el pueblo siempre está mostrando lo mejor que puede con sus altos y bajos. La gente que viene acá se sorprende de la ciudad y el Distrito que tenemos. Para el futuro me gustaría que no se pierda esto”.