Desde hace años los profesionales de la salud venimos señalando de forma sostenida los problemas que enfrentan el sistema sanitario y la profundización que se genera con el tiempo al no darle soluciones de fondo.
La renuncia del Secretario de Salud no hace más que mostrar un nuevo fracaso de la salud frente a otros intereses de la comunidad y la política.
A nuestro entender la renuncia del Secretario de Salud muestra la falta de apoyo sistemático que sufren los cargos destinados a salud.
Esto no es nuevo, lo venimos transitando desde ejercicios anteriores, pasamos por el abuso de poder, la falta de interés, la limitada comprensión de la problemática hospitalaria, la utilización para propaganda política de áreas sensibles y el retraso presupuestario, entre otros. Todas situaciones que llevan al descontento en el personal de salud y sobre todo de los pacientes y ciudadanos.
Es notorio que esta área permanece estancada en su crecimiento, modernización y organización. No logra superar escollos que son de larga data y que afectan en forma directa la atención del ciudadano.
Es muy perjudicial una sucesión frenética de Secretarios, como así también aquellos que desconocen la realidad sanitaria de nuestro Distrito.
Sacrificar Secretarios que solo pueden trabajar sobre una coyuntura aplastante no cambiará nada, solo nos retrasará.
Quien deba asumir tamaña responsabilidad se encontrará con un Hospital colapsado, de visible deterioro edilicio y con personal desmotivado y desilusionado.
Confiamos en la profunda voluntad, compromiso y esfuerzo que ha caracterizado a las dos últimas gestiones sanitarias, que se han visto desgastadas por un ficticio apoyo de la política.
Una vez más advertimos que la persistencia de problemas de fondo genera una erosión sistemática, y de difícil recuperación, de la calidad institucional y sanitaria.
La solución llegará de la mano de políticas claras, organización, compromiso serio e inversión constante.
El sector político (sin exclusiones), los profesionales y sobre todo los ciudadanos debemos reflexionar del estado de nuestra salud y la inversión que estamos dispuestos a realizar.
Sin una profunda inversión de recursos, de organización, de gestión y de calidad nuestra salud continuará enfermándose.
Asociación Profesionales Trabajadores de la Salud (Coronel Suárez). |