Hola querid@s lector@s: mi nombre es Pamela, soy Arqueóloga y quiero invitarlos a viajar conmigo por nuestra provincia conociendo paisajes tan increíbles que, quizá, nunca imaginaron tener cerca.
Cuando digo paisaje no me refiero a algo que está afuera de nosotros sino a un conjunto del que somos parte. Las sierras, campos, animales, arroyos y nosotros mismos estamos tan relacionados como nuestro corazón, pulmones y cerebro, así que lo que le pasa a una parte afecta a las demás.
En el mundo no existen dos paisajes iguales. Generación tras generación vamos intercambiando con el ambiente y llenándolo de historias y memoria, volviéndolo nuestra identidad, parte de nosotros.
Por ejemplo, ¿no les trae recuerdos mencionar la Laguna del Indio, a pesar de que estaba formada por los desagües de la ciudad? ¿O el popularmente conocido “Puentecito San José”?
Para que un paisaje sea sano y pueda sostenerse en el tiempo debe existir armonía (es decir, respeto), entre todas las partes que lo integran. Sin embargo el ser humano no cumplió con ello en los últimos siglos y, como podemos ver a diario, nuestra provincia se llenó de monocultivos, cerros explotados, arroyos contaminados e industrias. ¿Tendrá futuro esto?
Algunos tenemos dudas al respecto y pensamos que, por si acaso, es importante proteger lo poco que queda de los paisajes nativos que sí supieron multiplicar la vida durante milenios.
Una herramienta es la creación e implementación de Áreas Protegidas, que son sectores controlados por la ley para el resguardo del ambiente, como el Parque Tornquist de Sierra de la Ventana o la Reserva Natural Pehuen Có en Monte Hermoso.
En nuestra Provincia tenemos aproximadamente cuarenta Áreas Protegidas, que significan muy poquito: sólo un 5,75% del territorio. Esto es una aproximación sólo teórica ya que, lamentablemente, la creación por ley no significa que se apliquen de verdad.
Con el transcurso de las publicaciones iremos conociendo algunas de ellas para disfrutar y encariñarnos con sus paisajes, reconocer nuestra hermandad con la naturaleza y volver a respetarla como tal.