“Hace 200 años, en una casona tucumana, un grupo de patriotas declaraban nuestra independencia de España y de toda dominación extranjera, la sesión la presidía el diputado Juan Francisco Narciso Laprida. El secretario Juan José Paso leyó la propuesta: preguntó a los congresales si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los Reyes de España e incluso de otras potencias; y los diputados aprobaron por aclamación y luego, uno a uno, expresaron su voto afirmativo. Acto seguido firmaron el Acta de la Independencia”.
Así dio comienzo el acto de celebración del Bicentenario de la Declaración de la Independencia llevado a cado en la tarde del jueves en el Paraje El Relincho.
Luego las docentes se preguntaron qué es la independencia y qué significa serlo, asegurando que “el 9 de julio de 1816 quisimos ser un nuevo país y no volver a ser dominados por ningún otro, algo fundamental para ser independientes. Nuestro presente es producto de esta historia”.
“Que los festejos por el Bicentenario de la Independencia nos presenten la oportunidad para pensar y reflexionar sobre qué tenemos y qué nos hace falta para consolidar una sociedad con igualdad de oportunidades para todos los argentinos”, señalaron las docentes en el inicio de la jornada, reunidos en el salón de actos de la institución con sede sobre la Ruta 76.
Tras una singular suelta de palomas como símbolo de la paz y la libertad, se procedió con el acto protocolar que fue el resultado del trabajo en conjunto de 20 escuelas rurales del Distrito que participaron y colaboraron en la elaboración de diferentes actividades y propuestas artísticas para celebrar los 200 años de nuestra patria, aunando criterios, esfuerzos, responsabilidades y compromisos.
Las instituciones educativas que se asociaron a la celebración fueron la EP Nº 23 y el Jardín de Infantes Rural e Islas de Matrícula Mínima (JIRIMM) Nº 8 “Angel Gallardo D’Orbigny”, la EP Nº 24 y JIRIMM Nº 11 del Paraje Santa Ana, la EP Nº 26 y JIRIMM Nº 14 “Simón Bolívar” de Paraje El Triunfo, la EP Nº 33 “El Negro Falucho” y el JIRIMM Nº 4 “Casita Del Sol” del Paraje La Remonta, la EP Nº 34 del Paraje G8, la EP Nº 35 “Julio Argentino Roca” del Paraje La Uruguaya, la EP Nº 38 del Paraje La Quinigua, la EP Nº 41 “República Federal Alemana” del Paraje Paso De Los Chilenos, la EP Nº 42 y el JIRIMM Nº 10 del Paraje Lolen, la EP Nº 43 “San Juan Bosco” del Paraje San Carlos, la EP Nº 45 “Patagonia Argentina” y el JIRIMM Nº 9 del Paraje Peralta, y la EP Nº 39 “Martín Fierro”, el JIRIMM Nº 7 y la Escuela Secundaria Nº 6 del Paraje El Relincho.
Tras la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino la Directora de la Escuela Primaria Nº 41 del Paso de los Chilenos recordó que "el 9 de julio de 1816 Doña Francisca Bazán en Tucumán abrió las puertas y el corazón, para que una casa acunara nuestra historia como país. A esta casa no la tenemos que mirar más, como a una figurita, esto será posible si podemos impregnar nuestros recuerdos con sensaciones y olores y rememorar aquel glorioso día en el que una casa, muy parecida a otras, pasó a la historia nada más y nada menos que por ser allí donde se declaró nuestra independencia, para investirnos como nación libre e independiente, no sólo de España sino también de todo dominio extranjero”.
La docente reflexionó luego que "una de las decisiones más importantes que han tomado los habitantes de las Provincias Unidas del Sur, para lograr esto tuvieron que superar miedos, debilidades e inseguridades”.
Y agregó “nuestros congresales, reunidos un Tucumán, eran hombres simples, como nosotros, que por amor a su tierra gritaron con coraje ¡SÍ! ante la pregunta de Narciso Laprida: ‘¿Quieren que las Provincias de América del Sur sean libres e independientes?’”.
Mirta Figueroa se preguntó en su mensaje a qué le temían los congresales, por qué retardaban la exhibición de la bandera que había creado Belgrano en 1812 y por qué postergaban la declaración de la Independencia. Respondiéndose señaló que “se estaban enfrentando, y lo sabían, a un poder que los superaba: España. Para que Argentina naciera debían darle la espalda al Padre, perder el temor que inspiraban los Reyes, principalmente Fernando VII. Así, nuestra historia, se escribió con coraje; y nuestros congresales defendieron un destino que estaba siendo atacado en todo el continente americano”.
“Nos dejaron como herencia esta tierra, nuestro País; la libertad y el sentido de identidad nacional. Juntos en el pasado y en el presente, y diversos por la multiplicidad de orígenes y creencias que nos caracteriza como a toda sociedad humana, los argentinos debiéramos tener presente aquellas metas propuestas casi doscientos años atrás: conmemorar la independencia para fortalecer la paz interior, afianzar la justicia y promover el bienestar general para nosotros y los que vendrán en el futuro”.
“Hoy debemos romper las cadenas de la injusticia, de la mentira, del egoísmo, de la ambición desmedida y luchar por forjar un país más justo, sincero y solidario, y más fuerte en sus ideales conservando sus tradiciones y costumbres y sólo así seremos una Nación libre e independiente. Sabemos que no es fácil pero no es imposible, cada uno desde su lugar, desde nuestras escuelas rurales, podemos ser protagonistas”.
“Sólo hay que formar el mismo valor y el mismo ímpetu que tuvieron aquellos hombres que forjaron nuestra historia y seguir gritando todos juntos ¡Viva la Independencia!”, concluyó la docente Mirta Figueroa, para dar lugar a la interpretación musical de “La vida es un vals” de Diego Torres y luego, tras el retiro de las Banderas de Ceremonias, a una gran pulpería con representaciones y bailes bien típicos de nuestro quehacer histórico y nacional.
Para las escuelas rurales del Distrito un muy bien diez felicitado, porque han demostrado que la unión, la cooperación y el trabajo en conjunto es posible.