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Bicentenario de la Independencia.
Profesora Agustina Martínez Otamendi.
“Castelli, Belgrano y Güemes tuvieron valor para enfrentar todas las proezas que les fueron impuestas. No renunciaban, enfrentaban la situación con coraje y con la convicción de una tierra libre”.

Continuando con los espacios propuestos por el Instituto de Formación Docente Nº 160, la Profesora de Historia Agustina Martínez Otamendi habló de cómo se sostuvo la Independencia desde el punto de vista militar. En este sentido se preguntó en torno a la necesidad de recurrir al Ejército para mantener la conformación del Primer Gobierno Patrio, y luego la declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816.
“Las Provincias Unidas del Río de La Plata primero hicieron las guerras de la independencia y luego declararon la independencia. Para comprender cuál fue el rol del Ejército del Norte necesitamos retrotraernos al 25 de mayo de 1810. Ese día se conforma el primer gobierno de criollos y dentro del acta que se firma se establece el envío de una expedición militar a las provincias del interior. El objetivo que tenía el envío de esa expedición militar era llevar la revolución al interior de las provincias, invitándolas a participar a lo que venía en adelante. Otro objetivo que tenía esta expedición militar era contener los avances realistas desde el Alto Perú. Los realistas estaban en el Río de la Plata, ocupando Chile, y el mayor peligro en la zona norte. Para eso se forma el Ejército del Norte. Casualmente este Ejército comienza a marchar el 9 de julio de 1810. Está a cargo de Juan José Castelli. Me parece interesante rescatar dentro del Ejército del Norte a tres grandes personajes, que aún 200 años después siguen siendo ejemplo de vida, de entrega y de amor a la patria: Juan José Castelli, Martín Miguel de Güemes y Manuel Belgrano”.
La Profesora Agustina Martínez Otamendi afirma en la continuidad de su relato histórico, en torno a las tres personalidades que ha elegido para destacar, que “Castelli se encuentra por primera vez con el ejército realista, logra una victoria que asegura el Alto Perú, y luego, en enero de 1811, tiene una derrota, la derrota de Huaqui, que va a desmoralizar al Ejército del Norte, que le cuesta la conducción del Ejército. Desde Buenos Aires es juzgado por esa derrota. Era un abogado, político, defensor a ultranza de la Revolución de Mayo, regresa a Buenos Aires, con un juicio militar, político, y el juicio moral que enfrenta por haber perdido el Alto Perú”.
Otra de las figuras que rescata del Ejército del Norte es “Manuel Belgrano, quien en 1810 es enviado en expedición al Paraguay. Es enviado con una fuerza de 300 hombres, y en Paraguay lo estaba esperando un ejército realista de 3.500 hombres, armado y formado. Creo que eso marca el valor que tuvieron estos hombres por una patria que todavía estaba sin conformar. Dieron su vida por una causa que todavía se estaba gestando. Posteriormente Belgrano conduce el Ejército del Norte, tuvo grandes victorias, como las Batallas de Tucumán y de Salta, que aseguraron para las Provincias Unidas toda esa zona. También enfrentó dos grandes derrotas: Vilcapugio y Ayohuma, que también le van a costar a Belgrano la libertad. Después de esas dos derrotas entrega en Salta el Ejército del Norte a San Martín, vuelve a Buenos Aires y ahí es llevado preso. Se le van a reconocer honores, se lo va a indultar, y finalmente vuelve a quedar en libertad. En un primer momento la actitud que tuvo el gobierno de Buenos Aires fue juzgarlo, lo mismo que a Castelli. Rescato el valor de Belgrano, quien fue reconocido por el General San Martín, en la posta de Yatasto, en Salta, donde se encuentran. San Martín le expresa que reconocía en él a un hombre de gran valor y le expresa su profunda admiración. Pensando en aquel momento me emociona. Belgrano muere en 1820, no sólo pobre sino que sin reconocimientos, olvidado. Su muerte fue anunciada por un recorte muy breve en uno sólo de los diarios de la época”.
Otra de las figuras para rescatar es la de Martín Miguel de Güemes, “es importante esta fecha, para instalarlo como lo quiere la Provincia de Salta y cómo lo que es, un héroe nacional. El Ejército del Norte va a emprender un último intento para recuperar el Alto Perú y es derrotado en la batalla de Sipe-Sipe. Esta batalla perdida representa prácticamente la disolución del Ejército del Norte”.
La Profesora Martínez Otamendi afirma que “entonces se estaba gestando este proyecto de San Martín de cruzar los Andes, y formando su ejército con este objetivo, entonces, necesitaba a alguien que se encargue de la defensa de la frontera norte. En su auxilio surge Martín Miguel de Güemes, quien ya había participado de la defensa de Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas. No era un militar de carrera, pero de todas maneras venía participando en las cuestiones militares. Güemes va a defender el norte con sus gauchos y la estrategia que van a usar es la guerra de guerrillas. Sus fuerzas estaban conformadas por no más de 20 hombres, que aparecían, asaltaban a los ejército realistas y desaparecían en los montes”.
Luego la educadora nos comenta que “era una defensa bastante difícil de romper. De hecho de las últimas incursiones realistas que hubo en la Provincia de Salta, o en el norte argentino, de las 10, 7 se lograron repeler por la guerra gaucha de Güemes. Muere traicionado por la aristocracia salteña, que va a completar junto con los realistas españoles porque Güemes estaba comprometiendo recursos de los sectores más pudientes de la provincia salteña. Su guerra gaucha fue sin recursos del Directorio de Buenos Aires y de algún lado había que obtener dinero para sostenerse, es por este motivo que termina enfrentándose con los altos sectores de la sociedad salteña, quien lo termina entregando. Güemes era hemofílico, por lo que nunca iba al frente de batalla. Herido en las afueras de Salta, en una estancia de su hermana, Macacha Güemes, finalmente muere 10 días después. De estos tres grandes personajes –Castelli, Belgrano y Güemes- los tres afectaron su buen pasar económico, su patrimonio personal, su vida cómoda y entregaron su vida por la causa de una nación que todavía se estaba formando, que no se sabía qué iba a pasar. El valor para enfrentar todas las proezas que les fueron impuestas. No renunciaban, enfrentaban la situación con coraje y con la convicción de una tierra libre. ¡Feliz Bicentenario de la Independencia para todos!”.

 
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