El sábado y tras el acto inaugural en Isidoro Espacio de Arte de la muestra exhibida por los quinientos años del descubrimiento de América, dibujos de Maria Cristina Elorriaga, textos de Luisa Braganza y otros artistas provenientes del Museo López Claro de la ciudad de Azul habló la Profesora Gladys Meyer de Perez Bordoy para referirse al hecho histórico que nos moviliza a todos los Argentinos el próximo 9 de Julio.
En este sentido la educadora señalo que “En el marco del Bicentenario de nuestra Independencia me tocó la tarea historiográfica y por ello quise que me acompañara esta noche el libro “La Declaración de la Independencia” de Bonifacio del Carril, un libro que data de 1966 y del que en nuestra Biblioteca tenemos 3 ejemplares”.
La Profesora Meyer apuntó luego “este libro es el puntal de la historiografía argentina de lo que quedó de aquella Declaración de la Independencia de 1816. Bonifacio del Carril es un historiador argentino, descendiente de quien confeccionó en letra manuscrita el acta de Declaración firmada a las 14 horas del 9 de julio de 1816 en la Casa de Tucumán”.
“Hablar de los hechos históricos la mayoría de las veces cansa porque es escuchar discursos y más discursos pero hoy quiero resaltar el valor de la Casa de Tucumán, por lo que ahondaré en la historia de este edificio emblemático para todos los argentinos, que fuera menospreciada y abandonada por los gobiernos desde el punto de vista histórico hasta 1941 que fue declarada Patrimonio Histórico Cultural de la Nación”.
“Parece mentira pero pasaron exactamente 125 años hasta que esta propiedad tomara real valor y fuera un centro cultural e histórico”.
En sentido historió que “Francisca Bazan de Laguna fue su propietaria. Esta casa era del Señor Laguna y ella la recibe al casarse con él”.
Mas adelante la profesional señaló que “para que entraran todos los congresales que comenzaron a llegar a Tucumán en diciembre de 1815 hubo que demoler varias de las paredes internas de la casa para dar comodidad y espacio a los presentes. Tucumán de por entonces era una ciudad chiquita y sucia, sin comodidad para los viajantes por lo que los tucumanos comenzaron a ocuparse de dotarlo de lugares para alojar a los congresales”.
“Tras la Declaración de la Independencia varios movimientos buscaron que se reconozca el valor histórico de esta propiedad pero fue recién en 1869 que por primera vez se convocó a un artista –y aquí el paralelismo con Isidoro Espacio de Arte- para rescatarla en valor. El primer artista en ser convocado fue un fotógrafo que necesitó de un carro para llevar su cámara, dos bueyes y un conductor que manejara el carro”.
“El fotógrafo Angel Paganelli rescató por primera vez de la casi ya destruida Casa de Tucumán en 1869”.
“En 1874 el edificio pasó a ser Casa de Correos y para el año 1903 estaba casi totalmente demolida. Fue recién en el año 1941 que fue declarada Monumento Nacional”.
“Fue por entonces que se lo convocó al historiador Ricardo Levene, al historiador y arquitecto Martin Noel, al historiador Mario Buschiazzo y al arquitecto Alejandro Figueroa quienes eran los encargados de desarrollar un proyecto para recuperar esta casa. Una vez más se recurrió a los artistas que mediante pinturas de la época pudieron darle información a estas personas encargadas de reconstruir la propiedad, también se sumaron las fotos de Paganelli y antiguos trabajos de arquitectura”. “Afortunadamente al comenzar los trabajos se descubre que las bases originales de la casa aún estaban allí por lo tanto se pudo recuperar el patrimonio cultural, basándose además en el testimonio de gente muy mayor que contó cómo estaban dispuestas las salas”.
“La recuperación de los patios estuvo a cargo de Lola Mora con dos paneles uno sobre la Revolución de Mayo y otro sobre la Declaración de la Independencia”.
“En 1971 los Montoneros tomaron la casa y arruinaron con grafitis toda la propiedad”.
“La restaurada Casa de Tucumán fue testigo de importantes anuncios para la economía nacional en la época de Perón”.
Finalmente la Profesora Gladys Meyer de Perez Bordoy señaló que “una vez recompuesta la democracia grandes artistas de nuestro país le pusieron letra como Mercedes Sosa y Ariel Ramírez, voces como Alfredo Alcon y Maria Rosa Gallo, entre otras personalidades de la cultura que le han puesto color, imagen y sonido a la recuperación de la historia de nuestra Casa de Tucumán”.