Un grupo de vecinos se empezaron a reunir hace un tiempo atrás bajo la consigna de mejorar la plaza de juegos Tambor de Tacuarí.
Ahora, formados en una comisión, han establecido una serie de proyectos para llevar a cabo.
A los efectos de recaudar fondos para encarar las mejoras, el próximo viernes 8 de julio, que es un día feriado, estarán recorriendo toda la ciudad llevando adelante una campaña de recaudación de fondos.
Tres de los integrantes de la comisión, Ricardo Kromberger, Vanina Bachi y Marcos Graff, estuvieron en La Nueva Radio Suárez para explicar a la población la iniciativa de la que son propulsores.
“Es un proyecto de un grupo de vecinos. Todos coincidimos en que la Plaza Tambor de Tacuarí es un lugar muy especial, con valor histórico para los suarenses, que genera siempre una oportunidad de encuentros. Se llena cada fin de semana, la gente disfruta de pequeñas cosas: hay un payaso que se constituye en un centro de atracción, hay otro artista con pinturas, además de todos los juegos. En una charla con uno de los cuidadores me contaba que está tratando de mantener el lugar e ir reparando lo que se rompe. Pero toda la plaza está un poco deteriorada desde hace tiempo. No suben ni bajan los caballos, desaparecieron juegos, falta música… Me reuní con algunas personas y se fueron convocando otras. Se formó una comisión y ya tenemos armados un montón de proyectos”.
Luego explicaron que “hay dos tipos de juegos, los mecánicos –la calesita, los avioncitos y los botes- y los juegos fijos, que están un poco desactualizados. Hoy se usan los tubos, el mangrullo, pelotero y juegos más complejos, que tienen refugios, que son torres, con diferentes tipos de acceso. Vamos a hacer un mangrullo hasta 5 años, otro de 6 años para arriba, que son 5 torres que terminan en un helicoide, que implica un vuelta de 360 grados. La idea también es que la plaza cuente con juegos inclusivos, entre ellos sube y baja para que entre una silla de ruedas completa, y del otro lado que el padre, el hermano, un amigo, pueda participar. En la calesita está ausente una línea entera de caballos, a mi esposa se le ocurrió la idea de poner un juego, con una rampa desplegable, para que entre una silla de ruedas”. Esto lo aportó Ricardo Kromberger.
Por su parte Vanina Bachi indicó que su aporte va a estar en la parte artística, “para poder restaurar los caballos, los autos, para darle a la plaza una imagen más infantil. Me gustó mucho la idea de juegos inclusivos, para que todos puedan interactuar. Hay muchos proyectos que ya los vamos a ir desarrollando más adelante. Ahora la idea principal es la restauración de los animales, manteniendo la historia, el tallado y la conservación de los firuletes porteños que la calesita tiene. La idea es restaurarla, conservar la historia que tiene y sumar más juegos a toda la plaza”.
Por su parte, Marcos Graff, quien se ocupa de lo que tiene que ver con el arbolado urbano, desde la Secretaría de Servicios Públicos, informó que “la plaza tiene un diseño de curvas. En ninguna otra plaza se ve este tipo de diseño. Me convocaron como para que evalúe el arbolado, el riesgo en torno a la caída de ramas, para presentar un informe sobre el particular. La plaza está bastante bien en ese sentido. Lo que le hace falta es apenas un toque más en lo que es forestación, para darle una belleza un poco más otoñal, sin modificarla esencialmente, sin modificar ningún árbol que ya está colocado. En principio fue eso, pero después participé de otras reuniones y me interesaron muchísimo todos los proyectos que hay para esta plaza”.
El viernes de la semana que viene, 8 de julio, se hará la campaña para recaudar fondos. Es una campaña puerta a puerta en la que personas debidamente identificadas, con urnas lacradas, estarán llevando a cabo esta campaña.
El punto de encuentro, a las 10 de la mañana, será en Trend, en la calle Sarmiento, entre Mitre y Lamadrid. Ya hay muchos que se han sumado para participar de esta campaña, pero todos quienes quieran participar de la misma pueden comunicarse al 15 521649.
Para las 18 horas se estima terminar la recorrida por toda la ciudad y a esa hora, ante la presencia de un escribano, abrir las urnas para contar la recaudación y, por ende, saber los fondos con los que se dispone para iniciar las mejoras y las reparaciones que hacen falta.