Tiene 41 años, hace 16 que se recibió de Enfermera en la carrera que se brindaba a través del Hospital Municipal de Coronel Suárez. Además es docente para el nivel primario, que fue la primera carrera que estudió, luego se decidió por la enfermería y ahora pudo concretar su sueño de tener un título universitario. Esto fue posible a través de la UPSO y de la cursada que se brindaba en Coronel Suárez, con un sistema semi presencial. Trabaja diariamente en el CAPS que funciona en la localidad de Pasman, organismo del que está a cargo. Nativa de Huanguelén, Pasman es la localidad en la que vive con su familia, compuesta por su esposo y dos hijos.
Hace unos días atrás, cuando toda la familia de Gabriela llegaba a Bahía Blanca para el acto de colación de grado, le suena el celular. Era de La Nueva Provincia para hacerle una entrevista porque con el 9,31 de promedio obtenido en toda la carrera de algo más de 3 años de duración resultaba el mejor promedio de esa colación.
Consultada por La Nueva Radio Suárez, Gabriela Hirschfeld habló sobre lo que siente y el presente que está viviendo.
“Realmente todavía lo estoy disfrutando, me siento muy feliz y emocionada por todo lo que he vivido. Es algo muy importante. A mí siempre me gustó superarme como persona y como profesional y siempre he tratado de dar lo mejor de mí en cada proyecto o en cada objetivo que me he propuesto. Recibirme fue un regalo enorme, y que venga con este regalito extra me pone muy feliz. Me siento muy agradecida a la vida, que me dio esta oportunidad increíble. A mis padres, que cultivaron en mí valores como la dedicación, el esmero, el esfuerzo. Agradecida a los profesionales, a los profesores que fueron parte de mi formación. A la universidad pública y especialmente a la Universidad del Sur, que es un orgullo para todos los argentinos. Y agradecida a todos los que de alguna forma fueron parte de esta etapa y me acompañaron a llevarla a cabo”.
Cuenta que la Licenciatura “era para mí algo pendiente. La carrera de grado es como que siempre queda pendiente. En mí, el espíritu de superación siempre está y estará vigente. Cuando yo me recibí la Licenciatura no se daba en la zona, había que hacerla a distancia, en Rosario, como la habían hecho mis profesores, y a mí se me complicaba mucho, yo ya tenía familia y me resultaba imposible. Cuando surgió esta oportunidad, de hacerla en Suárez, no dudé ni un segundo, me embarqué en esto. Para mí era un placer ir a cursar, era una fiesta. Disfruté enormemente todo este proceso, hasta ahora, que lo estoy disfrutando con todo esto que estoy viviendo, que me parece increíble”.