El sábado había entrado al salón, llevando de la mano a su hermosa nieta Lolita, para luego levantar los brazos en alto, en lo que es su característico saludo en cada una de las fiestas que organiza Juan y su gente.
El hombre de las mega fiestas, (primero 2.500, luego 3.000, 5.000 y finalmente una de 10.000 personas, para celebrar los 125 años de los pueblos alemanes), tuvo una para sí, para celebrar su vida, los años transcurridos, la amistad y la familia.
Conocedor de las costumbres argentinas, para cuando ingresó al salón, Juan ya había dispuesto que todos los comensales, disfrutaran de un espectacular fiambre bien alemán: con las mejores exquisiteces en embutidos: chorizo seco, morcilla blanca y negra, queso de cerdo y jamón crudo. Quien puso en valor para todos, las tradicionales carneadas familiares, celebrando esta costumbre bien alemana en fiestas espectaculares, que se llevan a cabo en los alrededores del mes de agosto, y que tiene concurrentes no solo de Suárez, sino de toda la región, no podía menos que ofrecer esto en abundancia, como entrada, para calmar las ansiedades.
Todos los presentes lo esperaron de pie, para empezar a cantar un feliz cumpleaños que se repitió a lo largo de toda la noche.
Desde el escenario Juan agradeció a todos los presentes, habló de su vida, y dejó en claro por qué es bueno celebrarla con amigos y en familia.
Una de las figuras especiales que estuvieron especialmente invitados, fue el Dr. Alejandro Álvarez Iorio. Al momento de decir sus palabras, Juan Hippener reconoció a todos los profesionales médicos que en su momento le salvaron la vida, en el suceso coronario que tuvo hace unos pocos años atrás.
Al hablar, el profesional médico, dejó bien claro, que aún teniendo su salud comprometida, Juan siguió siendo tan personaje como siempre: contó que había asombrado a médicos y a enfermeras con sus formas de decir, y que a él le había dicho “Muñeco, poneme el mejor stent!”.
El reconocido profesional estaba hablando rodeado de los asadores, que habían estado desde las 8 de la mañana asando dos vaquillonas y dos cerdos, para obtener como resultado una carne que se deshacía en deliciosos hilos.
Por lo que Juan, al retomar el micrófono otra vez, le dijo al Dr. Álvarez Iorio, “Acá tenés muchos otros candidatos que ya te van a ir a visitar!”.
La celebración de los 65 años de Juan Hippener, fue espectacular, no solo por lo que había dispuesto el cumpleañero, junto a Elsa, su mujer, sino porque muchos de los presentes, se sumaron también para hacer posible esta fiesta.
La música del Grupo Astral, permitió que hasta bien entrada la madrugada, todos siguieran bailando y divirtiéndose.