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Miguel Ángel Solá y Paula Cancio en Coronel Suárez.
Enamoraron a los suarenses con “El diario de Adán y Eva”.
Dos actores impecables, gigantes, llenando con su profesionalismo y su pasión por la actuación todo el espacio del escenario.
“El diario de Adán y Eva”, de Mark Twain, un clásico que emociona siempre.
Por la mañana brindaron una conferencia en el Gran Hotel Coronel Suárez.
Dijo Sola: “trabajar con Paula para mí representa la posibilidad de transmitir un sentimiento sin que se me interrumpa. Puedo mantener un estado emocional que a mi me gusta vivir, que yo necesito sentir, sin que ese estado emocional se vea alterado por algún avatar de afuera o de dentro mismo de la pareja. Pero si bien tiene una pátina de lo que es el personaje, no deja de ser un hecho más que hermoso poder hablar de amor con las personas que uno ama. Entonces, claro que es un plus muy grande (actuar con Paula)”.
“Lo más bonito de todo ha sido la forma en que la gente nos muestra su cariño, y cómo, cuando sale de la obra, sale en forma distinta a como entra y cómo transmite la gente esto” respondió la actriz española Paula Cancio.

Miguel Ángel Solá (más de cien premios nacionales e internacionales, 45 años de trayectoria como actor) y Paula Cancio (española, bellísima, cálida, coprotagonista de muchos éxitos televisivos y cinematográficos en su país, y quien ahora enamora a los argentinos desde las tablas de los teatros y a través de la pantalla chica en La Leona, que también protagoniza Miguel Ángel Solá).
Pareja en la vida real, Miguel Ángel y Paula vienen paseando este clásico que celebra el amor por diferentes rincones del país.
La crítica ha dicho sobre este espectáculo que es “la historia de amor más tierna y divertida jamás contada”.
Está estructurado en dos tiempos. Por un lado la despedida de un ciclo radial de los años 50, adaptado e interpretado por una intelectual española (Eloísa) y un versátil actor uruguayo (Dalmacio). Esta historia se intercala y complementa con un reportaje radial hecho al ya octogenario Dalmacio por una joven periodista. Fue estrenado en Buenos Aires en el año 1995 y se mantuvo por cuatro años en cartel, incluidas las giras por todo el país y tres temporadas en Mar del Plata. La obra también fue puesta en cartel en España, también con singular éxito.
El miércoles el Teatro Italia se dio el lujo de contar con estos dos grandes actores y el público presente disfrutar de esta historia que hizo reír, llorar y emocionar, todo a un mismo tiempo, y probablemente produjo en los presentes lo que el actor argentino había deseado, “que se la lleven en el alma para siempre”.
Previamente se había producido una conferencia de prensa en un hotel céntrico de la ciudad de Coronel Suárez.
“Acá podrán ver si yo progresé y la calidad de actriz que es ella”, dijo Solá, iniciando la conferencia de prensa. Agregó que “espero que la obra que les traemos no solo sea de su agrado, sino que se la lleven en el alma para siempre”.
Hace un año que están haciendo esta obra juntos y al respecto Paula Cancio indicó que “para mí es un lujo poder interpretar un texto como este. Es algo que no encuentras, que hasta el momento no he visto ni me ha llegado un texto parecido. Como actriz es una oportunidad única que cuando me la presentaron no dudé un momento en aceptarla. Y luego, compartiendo escenario con Miguel, es un regalo. Así que estoy feliz de poder hacerla”.
Miguel Ángel Solá y Paula Cancio son pareja en la vida real, tienen una hija de poco más de dos años, que los está acompañando en esta gira por todo el país.
Explicaron sobre el argumento que “es una historia de amor entre dos actores del teatro radiofónico de los años ´50, Dalmacio y Eloísa; y ese es el núcleo central, pero más allá de ese núcleo se habla de infinidad de temas, de esos que parece que ya no están en uso, pero que son los valores fundamentales que hace que este mundo sea agradable para vivir. Se divide en tres universos. El primero sería este, la historia de amor de estos actores, luego un universo epistolar, que eso es completamente nuevo en esta versión, que antes no existía, donde los dos actores, por medio de cartas, dan a conocer cuál fue su verdadera historia de amor. Y un tercer universo que es la entrevista que una periodista actual le hace al personaje de Dalmacio ya siendo viejito. Esos son los tres universos y en ningún momento se pierde la atención. Si bien son dos actores es una obra muy textual, hay una dinámica constante. Siempre estamos en escena y hay una entrada y salida de esos universos, siempre a la vista del espectador, que mantiene la atención, aparte de la magia del texto. Es difícil no querer escuchar lo que se dice”. Esto lo dijo Paula, en un inconfundible acento español.
Preguntado en torno a qué tiene la obra de la historia que ambos viven, Miguel Ángel Solá respondió que “de nuestra historia tiene lo que tiene de la historia de ustedes y de cualquiera. De aquellas personas que tienen que ver con el mundo sensible, que no se conforma con la realidad que se nos impone como única realidad. Este mundo creativo, que ya dejó de existir en consonancia con los valores más bonitos del amor, el respeto, el agradecimiento, del compartir con el otro, del estar con el otro, del divertirse con el otro, del compartir la experiencia de lo que es crecer con el otro. La historia habla del encuentro, del entretanto y de la separación de esos dos seres que fueron míticamente el origen de los humanos. Twain hace una descripción piadosa, divertida, muy socarrona y también adelantada a la época en muchos aspectos. La obra es muy bella, la gente ríe y llora, y no sabe si está llorando o riendo, o haciendo las dos cosas al mismo tiempo. Va entrando de a poco en la historia, y no pierde la atención. De repente se encuentra y llorando por la propia vida. Es la emoción más profunda, de que vale la pena haber vivido, a pesar de todo, de todos los fracasos, de todos los dolores, las frustraciones. En la vida hay mucho de compensación, belleza, alegría, mucho de compensación, de ver crecer a los seres que queremos y crecer. Hay mucho de compañía y de soledad también, para descubrir que el hombre es un animal social que necesita del otro”.
Más adelante, y respondiendo a la pregunta en torno a qué le representa compartir escenario con su mujer, sin dudar expresó que “para mí representa la posibilidad de transmitir un sentimiento sin que se me interrumpa. Puedo mantener un estado emocional que a mi me gusta vivir, que yo necesito sentir, sin que ese estado emocional se vea alterado por algún avatar de afuera o de dentro mismo de la pareja. Pero si bien tiene una pátina de lo que es el personaje, no deja de ser un hecho más que hermoso poder hablar de amor con las personas que uno ama. Entonces, claro que es un plus muy grande (actuar con Paula)”.
“Lo más bonito de todo ha sido la forma en que la gente nos muestra su cariño, y cómo cuando sale de la obra sale en forma distinta a como entra, y cómo transmite la gente esto”, dijo Paula Cancio.

 
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