Es el actual Secretario de la Confederación de Asociación Rurales de Buenos Aires y La Pampa y quien será elegido el próximo Presidente de la entidad, en unos pocos días más.
Estuvo el martes pasado en la Sociedad Rural de Coronel Suárez presidiendo el encuentro de entidades ruralistas que conforman la Zona VII de CARBAP.
Consultado por La Nueva Radio Suárez sobre su próximo cargo afirmó que “es un saco grande el presidir esta entidad, pero esperemos estar a la altura de las circunstancias”.
Sobre la realidad del sector indicó que “sentimos que se ha pacificado. Hay algo que no tenemos en cuenta, pero antes nos levantábamos todos los días, recibíamos insultos, agresiones, ahora estamos en un escenario de reglas claras, donde sabemos a qué atenernos. Estamos teniendo una buena cosecha gruesa, no así en otras zonas del país. Podemos trabajar en forma más tranquila. Seguimos con una alta presión impositiva pero estamos mejor que antes”.
Más adelante en la entrevista, y consultado sobre la próxima siembra, dijo que “tenemos una alta presión impositiva, la inflación nos está carcomiendo nuestras empresas. También estamos en un contexto de incertidumbre, porque estamos trabajando con costos muy altos. Conseguir capital de trabajo es difícil porque estamos con tasas muy altas también, estamos hablando del 30%. Por eso dije que estamos con un grado de incertidumbre importante. Referido a que estamos más tranquilos, el país más pacificado, está referido al nivel de comentarios, de insultos, que antes recibíamos por parte del gobierno. Ahora estamos en un contexto que si tenemos trigo lo podemos vender. Pero hay que ver los resultados de esta próxima campaña que vamos a encarar”.
Consultado en torno a qué considera que hace falta para el despegue del país, explicó Matías De Velasco que “tanto en el sector agropecuario como en el sector industrial, donde se hacen inversiones a largo plazo, es necesario reglas claras. No se puede empezar una inversión, una actividad productiva, donde se recogen los frutos en años y que cambien las reglas de juego a los seis meses. Necesitamos políticas de gobierno que excedan un mandato. Eso es muy importante”.
Agregó a estas consideraciones que “nuestro país se debatió mucho en torno al rol que debía tener. Durante muchos años se ninguneó a lo que es la producción primaria, cuando otros países situados en el hemisferio sur, como Nueva Zelanda o Australia, lo ven como una ventaja a eso y lo potencian. Argentina siempre tenía la disyuntiva industria-sector agropecuario, cuando en realidad pueden coexistir las dos. Yo siempre pensé que Argentina es un país que necesita hacer un poco de diván y asumir su identidad y su perfil. Donde estamos situados, con las bendiciones naturales, tiene que asumirse como país agroexportador, con la posibilidad de un fuerte desarrollo para el sector industrial, en vez de renegar de sus orígenes de sus potencialidades”.