Surgió al ver cómo la gente que hace dedo para ir hacia la zona de Piñeyro, La Colina y General Lamadrid quedaba sujeta a las inclemencias del tiempo. Por eso proyectó la realización de un refugio con materiales reciclados, especialmente partes de los molinos que extraen agua en los campos, en un mensaje también de unión entre el campo y la ciudad.
La Municipalidad hizo la base de cemento y luego de juntar todo el material en desuso se pusieron manos a la obra, y en poco tiempo quedó levantado el refugio.
Consultado Juan Miquelarena dijo a La Nueva Radio Suárez que estaba muy contento, “porque hace ya tres meses que estoy con esta idea, con el refugio. Ya concretada la idea, recolectando cosas y hoy parece ser que ya lo terminamos. Estuve alrededor de dos meses recolectando los materiales”.
Miquelarena luego comentó que “la lluvia impedía que pudiéramos ir a los campos a buscar. La gente me decía que sí, pero no podíamos ir a los campos por el barro, para no romper caminos y demás. Eso me demoró mucho. Hace 15 días recién logré tener todos los materiales que necesitábamos para el refugio. Son todos restos de molinos. La idea es justamente el mensaje de involucrar el campo con la ciudad. Si bien económicamente están relacionados, me gustaba ver más un poco de cultura de campo en la ciudad. Por eso la idea de utilizar piezas de molinos. Todo lo que es la estructura del refugio está hecho con perfilería, con lo que es la torre, los ángulos. El techo está construido con las aletas de los molinos, con un estilo tipo tejuela. En los laterales hay chapas acanaladas, para cortar un poco los vientos. Esto ilustraría lo que es el tanque australiano”.