Hace prácticamente un año que está a cargo de las tres comunidades alemanas que tiene el Distrito de Coronel Suárez. Santa Trinidad, San José y Santa María lo tienen como su Párroco desde el 1ero de junio del año pasado.
Es tiempo de balances, por eso la entrevista con el Padre Leandro Volpe.
“Es cierto que después de un año uno va conociendo ciertas costumbres, tradiciones, formas de moverse. En general uno busca respetar la idiosincrasia de cada lugar, porque incluso entre las mismas Colonias Alemanas no todas funcionan de la misma manera, o todas las ideas son iguales. Como antes sigo tratando de no tomar las resoluciones solo, sino hacerlo con la comunidad, que sean escuchadas todas las voces y que aprendamos a ser corresponsables, porque en el fondo la Iglesia somos todos”, dijo al inicio de la nota.
Al consultarlo sobre la idiosincrasia de cada Colonia, el Padre Leandro respondió que “es evidente que en función de la distancia, cuando más cerca están de Suárez, lo que significa el ser alemán, está un poco más disminuido que cuando uno se va alejando. Es evidente que en la Colonia tercera la gente es predominantemente alemana, en la Colonia 2 más o menos y en la Colonia 1 ya está muy mezclado. En ese sentido hay distintos tipos de personalidad, de formas. La gente de más espíritu alemán es más aferrada a sus costumbres, sus tradiciones, lo que tiene sus aspectos positivos. En cambio la gente que ha venido de otros lados, que se ha sumado a las Colonias, que también vive en estas localidades, porque por más que no tengan apellido con S, C o H no son de las Colonias, tal vez tengan otra apertura de espíritu, porque es con la misma apertura que tal vez llegaron a un lugar que no era de ellos”.
Sobre las costumbres religiosas dijo que “la gente me las va comentando y trato también de devolverles su sentido, porque muchas veces se han conservado las formas de las cosas, pero se ha vaciado el contenido. Por ejemplo la bendición de la sal, de los aromos, de los frutos. Son tradiciones de los Pueblos Alemanes que en cierto sentido se fueron manteniendo en su forma, pero es importante nunca dejar de darle el sentido auténtico y su conexión con las celebraciones. Es decir, darle un sentido cristiano y que no quede reducido a una cuestión cercana a la magia; queriendo creer que lo que se quiere bendecir es lo que hace algo, sino entendiendo que es el Señor el que actúa a través de todas esas cosas”.
Más adelante, en la entrevista, el Padre Leandro Volpe, al ser consultado en torno a cómo se siente como Sacerdote de los Pueblos Alemanes, indicó que “todavía en acomodación, queriendo llevar a cabo proyectos, pero siempre con respeto a cada una de las comunidades, y en el tiempo que tengo disponible, porque son tres Colonias, de manera que hace de cuenta que hace un tercio de año estoy en cada una. Si bien el calendario de celebraciones es común a todas las Colonias, no siempre las actividades son las mismas en cada una de ellas”.
En cuanto a los acuerdos con la comunidad señaló que “tenemos las reuniones de Consejo de Pastoral, que se realizan una vez por mes, donde miembros representativos de la comunidad, los integrantes de los diferentes movimientos, nos reunimos para resolver cosas que se plantean. Intento escuchar las voces de la gente para responder mejor a las necesidades reales, no caer con un esquema impuesto, que no responda a la misma situación del lugar”.
Consultado en torno a si le gustaría ver más gente participando en las misas, respondió que “lo primero y principal es que uno descubre el amor de Dios en su vida, y como un reflejo de eso luego se acerca al Señor. Yo creo que eso es lo que me gustaría, que quien se acerque al Señor es porque ha descubierto a Dios”.
Luego el Sacerdote reveló que “la celebración es el efecto de la fe, más que la causa de la fe. Es importante saber acercar la fe a la gente y luego, como un rebote, por la gracia de Dios y la acción del Espíritu Santo, alguno se acerca a la celebración. Se trata de celebrar la fe, descubriendo en principio que Dios tiene algo que ver con nuestra propia vida. Y cuando uno descubre que Dios tiene que ver con la vida de uno luego, como un efecto de eso, se acerca al Señor para agradecer, para pedir, para estar cerca. Cuando estudiaba para sacerdote un compañero me decía: ‘un Dios que no se interesa por nosotros es un Dios que no nos interesa’. Entonces lo primero que hay que descubrir es que Dios se interesa por mí, luego ese Dios empieza a interesarme. Más que buscar cantidades, entonces, lo primero que hay que hacer como Iglesia es salir a proponer la fe para que la gente pueda acercarse, sea en forma orgánica o sea en forma espontánea, como normalmente pasa”.