La historia tiene varias semanas, por no decir varios meses, si nos atenemos al tiempo que le demandó a los propietarios de la vivienda de Urquiza 670, quienes solicitaron la extracción de un árbol que con sus raíces esta afectando toda la conexión de agua corriente y la prueba evidente es que el pozo que se hizo para cumplir con ese cometido peticionado por el contribuyente esta lleno de agua producto de una perdida interna que no se detiene.
Finalmente, después de la autorización y al comprobar el daño evidente sobre la vereda y la conexión de agua, un grupo de trabajadores municipales comenzó con la labor hasta que un buen día abandonaron todo.
Quedo al árbol a medio extraer, un inmenso pozo lleno de agua que por momentos pareciera que esta en estado de descomposición, tierra, escombros de la vereda rota y todo un desorden generalizado que origina inseguridad y problemas, sobre todo si tenemos en cuenta que es un sector concurrido ubicado exactamente frente a la calesita de la Plaza Tambor de Tacuarí.
Los vecinos están hartos de tanta espera, burocracia e incumplimientos, los llamados telefónicos, fueron paseados por todos los números, hable con fulano, con mengano, al 0 800, y las imágenes son elocuentes.
Se contactó a los responsables, se llamó nuevamente al Corralón y solamente evasivas y ninguna solución.
El desastre esta a la vista con el agravante de nuevas lluvias y agudizarse la inseguridad, ya que el domingo pasado una niña resbala y casi termina dentro del agua.
¡Peligro, Obras Públicas!