Hablamos con María José Camiña, que tiene esta enfermedad desde hace muchos años y es quien viene bregando junto a otras personas para informar y educar, pensando en las personas que tienen celiaquía, que es intolerancia al gluten, por lo que el único tratamiento es a través de la alimentación. Pero también los esfuerzos están dedicados en informar a la sociedad para que no realice actos de discriminación.
Transcurridos estos años de trabajo analiza María José que “hay un avance, pero igual nos falta un montón. Seguimos sin poder llegar a todos los que hay que llegar: a los compañeros de los chicos celíacos en los colegios, por ejemplo, tampoco a los buffets de las escuelas, en los kioscos y demás. En la Terminal no se si hay productos adecuados para celíacos, en las estaciones de servicio, a veces lo único que hay son los alfajores de choco arroz y alguna otra golosina que coincidentemente se adapta. Pero la realidad es que falta un montón”.
Falta información en los padres de los compañeros de los chicos que tienen enfermedad celíaca y que a veces son dejados de lado, porque el adulto no sabe cómo enfrentar esto: “muchas veces se dejan de lado invitaciones a cumpleaños para no complicarse. Como la ley, que no está totalmente sancionada, obliga a que todos los productos que son aptos para celíacos tengan el logo respectivo, un poco se soluciona esta cuestión, porque es más fácil saber qué producto comprar. Pero sí falta un montón en relación a la contaminación de los alimentos. Quienes no son celíacos no creen que una miga sea lo mismo que comerse una porción. Esta es la mayor dificultad. Hay un montón de gente a la que cuesta aceptar en sí mismo la enfermedad, mucho más en los otros, y comprender todos estos cuidados que es necesario tener”.
El grupo que trabaja para la concientización sobre esta enfermedad se reúne periódicamente en el salón de la Sociedad Alemana, brindando talleres sobre manipulación de alimentos, pero también haciendo recetas de manera práctica para un mejor aprovechamiento de los productos especiales. También están dispuestos a concurrir a dar charlas a las escuelas, para los alumnos, los padres, directivos y quienes están a cargo del buffet, para seguir creando conciencia sobre el particular.
Este sábado está prevista una actividad recreativa en la Plaza Tambor de Tacuarí y si las condiciones del tiempo no lo permiten se hará en la Sociedad Alemana.