El Sindicato de Trabajadores Municipales fundamentó a través de un parte de prensa las razones por las cuales la recolección de residuos debe seguir funcionando en horario matutino, ya que en ese horario no existe el transito que se registra a las 18 hs. y esto es en resguardo de la seguridad e integridad física de los trabajadores y de la comunidad, por lo cual el servicio debe seguir a las 6 de la mañana.
En el horario de la tarde, tanto los vehículos estacionados como los que están en transito no permiten a los conductores de los camiones visualizar las bolsas de residuos que no se depositan en canastos, por lo que quedarían bolsas sin recolectar.
En caso de rupturas de los camiones o pinchaduras de cubiertas los auxilios en el Corralón funcionan de mañana.
Cuando llueve y los camiones prensa se encajan en el basurero a la mañana se los puede auxiliar, en cambio por la noche hay que dejar el vehículo encajado, expuesto a la intemperie y a la inseguridad. Lo mismo ocurre con el personal, no habría quien los auxilie y los busque.
Las relaciones laborales del empleo publico municipal se rigen por la ley 14.656, la cual ampara a los trabajadores expresando que no se pueden cambiar las condiciones de trabajo en detrimento de estos, por lo que los cambios en los horarios tienen que estar debidamente justificados, y estos no deben perjudicar la unidad familiar de los trabajadores o afectarlos moral o materialmente, por lo que los mismos no se pueden aceptar ya que afectan y alteran sus vidas cotidianas.
Por lo tanto el Sindicato de Trabajadores Municipales considera que el cambio horario carece de fundamentos justificados, afecta la unidad familiar, afecta moral y materialmente, y por ultimo el horario de mañana ha sido una conquista laboral que les permite realizar su tarea en el mismo horario que el resto de sus compañeros.
Por ultimo se señala que este cambio impuesto de manera unilateral es una clara discriminación y persecución gremial a un grupo de trabajadores que ha participado en forma activa en los reclamos de enero y diciembre últimos.
Asimismo esta situación se encuadra en el incumplimiento del acta del 22 de enero de 2016, donde el Ejecutivo se compromete a no llevar a cabo “ningún tipo de represalia por el conflicto que se soluciona en esta instancia”.