La voz del Padre Juan Carlos se escuchó nuevamente el jueves por la tarde oficiando misa en la Capilla del Hospital Municipal, donde estuvo a cargo a partir del año 2000 y durante una prolongada estadía al servicio de la misión Católica, para lo cual los fieles mantienen un afecto muy particular por una tarea evangelizadora trascendente.
Mantiene sus afectos en Coronel Suárez y periódicamente sus visitas son notables y en esta oportunidad tenia un significado muy especial, que era conmemorar sus 25 años de vida sacerdotal y por eso sus visitas se extendieron desde su ciudad natal, Colonia Hinojo, hasta Coronel Suárez.
Como era de suponer una cantidad importante de fieles lo acompañaron en la santa misa en acción de gracias, donde al momento de predicar lo hace conforme su personalidad tan particular, acercándose cada vez más a los fieles para predicar la palabra de Dios.
No deja de lado su experiencia personal, sus anécdotas, su visión sobre la vida sacerdotal y la vinculación tan profunda que siempre mantiene con la comunidad.
Sus homilías siempre han sido notables, sencillas, fuertes, impactantes y hasta a veces al final de la misa, en la despedida puertas afuera de la Capilla, muchos coincidíamos en señalarle “gracias Padre”, porque la sensación que uno tenía era que la homilía estaba dedicada a cada uno de los fieles en particular.
Un estilo franco y llano para decir y explicar las cosas y mantener el interés de los asiduos concurrentes a la celebración litúrgica.
Envió saludos para todos, dejo como siempre la particular estima que siente por Coronel Suárez y muy particularmente por la Capilla del Hospital Municipal, a quien se le debe la ultima remodelación.