Agnes, en alemán. Inés, en español.
Inés Streitemberger era apenas una jovencita cuando a principios de 1940 llegó desde Pueblo Santa María a al ex Club Hotel Sierra de la Ventana para integrar el personal de servicio para el hotel –que por entonces ya estaba cerrado al público- que fue reactivado por el gobierno argentino, ya que allí se alojó parte de la tripulación alemana del acorazado Graff Spee, que sobre fines del mes de diciembre de 1939 había sido hundido en aguas del Río de la Plata.
Agnes y uno de los jóvenes de la tripulación del acorazado de bolsillo se enamoraron. La mujer quedó embarazada.
La historia de Inés está siendo filmada por César Mellinger, con guión de Sofía Schmidt y un completo elenco que suma a muchas personas de los Pueblos Alemanes, y por supuesto a una Inés jovencita y a otra más madura que inicia el film contándole a su nieto un cuento, que en realidad es la historia de su vida.
La Nueva Radio Suárez entrevistó a César Mellinger para conocer un poco el trabajo de rodaje que se viene haciendo en distintos escenarios, que incluyen los Pueblos Alemanes y la comarca serrana.
Consultado sobre cuánto falta para la terminación del film, indicó que “ya vamos casi hacia el final de lo que son las escenas para filmar. Viene todo muy bien, la gente predispuesta. Tenemos escenas finales en Santa María, en Sierra de la Ventana, en San José y en varios puntos de la zona. Venimos filmando desde noviembre del año pasado, y estamos entrando en la recta final”.
Relató que ya cuenta con “una hora y pico de filmación, que ya se lo pasé a la Escuela de Música, ya que Ángel Schamberger le escribirá la música, constituyendo una banda de sonido original para esta película. Esta hora y algo más ya está editada, para que se le empiece a componer la música”.
Cuenta el director de este film que “cuando tengo que filmar ya he madurado previamente lo que quiero hacer. Un tiempo antes yo ya sé cómo poner la cámara, que zoom le tengo que hacer; después me tengo que poner del lado de quien va a ser espectador; por eso me pongo del otro lado de la pantalla y me pregunto cómo me gustaría verla. A veces una escena de un minuto a lo mejor me lleva una hora u hora y media de filmación. Con una sola cámara voy cambiando de posición para lograr los diferentes planos sobre una misma escena. Hay escenas que se repiten dos o tres veces”.
“Con la reactivación del hotel de Sierra de la Ventana para alojar a parte de los marineros del Graff Spee había trabajo en ese lugar. Por eso muchas chicas fueron a ese lugar. En este tiempo en que estas chicas estuvieron ahí hubo una historia de amor entre una joven de la Colonia 3, llamada Inés, Agnes, y un marino, Erwin Roeder. A partir de ahí se formó una historia de amor entre esta chica y este muchacho y de ahí surge toda la historia de la película”, resumió César Mellinger, agregando que producto de este amor se produce el nacimiento de una beba, que se llama Silvina Streitemberger, que hoy tiene 70 años y que lleva el apellido de la madre, porque los padres no estaban de acuerdo con esta relación.
“Cuando él partió, de regreso a Alemania, Silvina nació el 5 de mayo de 1945 y el 12 de octubre él viene a caballo desde Sierra de la Ventana, se casa a la mañana y se va. La beba tenía entonces 5 meses. A la tarde él se va, parte para Sierra de la Ventana a caballo y nunca más lo vio. Sabemos que le mandó cartas desde Alemania, pero Inés no entendía el alemán o no sabemos bien qué pasó, nunca más se volvieron a ver. A Silvina la crió la abuela; Inés salió a trabajar, conoció a otro señor, formó familia y vivió mucho tiempo en General Lamadrid. Por otro lado, Erwin, en Alemania también formó familia y tuvo también otros hijos”.
El film concluirá en el adiós de un noviazgo corto y de un casamiento donde los enamorados se vieron apenas unas horas.
Pero la historia no termina aquí. Hace unos años un hijo de Silvina, nieto de Erwin, estaba en Alemania acompañando a su novia que tenía una beca para estudiar el idioma.
César Mellinger que sabe la historia cuenta que “Ernesto, que es el nieto de Erwin y de Agnes, estando en Alemania busca en la guía el apellido Roeder. Había siete personas con ese apellido. En el tercer llamado da con la familia. Una vez que los contactó quedó la familia en que lo iba a llamar. Ernesto cuenta que todos los días se fijaba en el buzón de voz del teléfono a ver si había un mensaje. Habían pasado dos semanas y nada. Pensó que no les interesaba. A las dos semanas y media en el buzón del correo había una carta donde lo habían invitado a que fuera a la casa de la familia de su abuelo. Fue, llevó la documentación, del casamiento de su abuela Inés con Erwin, la partida de nacimiento de Silvina. Erwin al principio negó la relación y la familia que había tenido en Argentina, pero la familia lo acogió bien. Ernesto me contó que nunca le preguntó Erwin ni por su hija, ni por quien fuera su esposa. Pero sí transmitía en un abrazo o en un saludo de manos que le quería decir algo, que nunca puso en palabras. Después creo que en dos oportunidades vinieron los hijos de Erwin de Alemania, que vinieron a visitar a su media hermana en Santa María. Eso fue alrededor del año 2005, creo. Vinieron, se reencontraron y tienen contacto”.
Sobre el Graff Spee.
El Admiral Graf Spee fue un crucero pesado de la marina alemana, también llamado «acorazado de bolsillo», que sirvió durante la Segunda Guerra Mundial.
El Admiral Graf Spee fue enviado al Atlántico Sur en las semanas previas al estallido de la Segunda Guerra Mundial para poder interceptar las líneas de los buques mercantes cuando estallara el conflicto. A partir de septiembre de 1939 y en dos meses y medio el corsario alemán hundió nueve barcos, pero el 13 de diciembre tres naves inglesas, el Exeter, el Ajax y el Achilles, lo rodearon frente a las costas uruguayas. Allí se produjo la batalla del Río de la Plata. Los cañones del Spee dejaron al Exeter fuera de combate y averiaron al Ajax. Pero el barco alemán, ya con pocas municiones, había sido afectado en instalaciones vitales por los disparos ingleses. Su comandante, Hans Langsdorff, resolvió hacer escala en Montevideo. Antes de expirar el plazo de 72 horas acordado por el gobierno uruguayo, el barco fue retirado del puerto y hundido por los propios germanos en aguas del Plata.
La gran mayoría de los 1.055 tripulantes fueron traídos a Buenos Aires, desobedeciendo a la Prefectura uruguaya. Dos días después, Langsdorff se suicidó. Así empezaba la historia de los “spee” en la Argentina. Los tripulantes fueron alojados en diferentes lugares del país, entre ellos, el ex Club Hotel de Sierra de la Ventana. En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial y después muchos regresaron, otros se radicaron definitivamente en nuestro país.