Se llama Yonatan Suárez, tiene una huerta propia en calle 23 y 71, decidió donar en la mañana del martes 231 kg al Hospital Municipal. Nos contó un poco de lo difícil que fue su vida y de la importancia de elegir el buen camino a tiempo.
“Fueron 231 kg de zapallo, la idea era donarlos a fin de mes, pero se adelantó por el tema de las heladas, ayer se cosecharon 400 kg de zapallo en un día, me llevó la tarde y parte de la noche, sacamos lo maduro y se llevó al hospital, ahí hay gente que lo necesita mucho”, dijo Yonatan, para iniciar la charla.
Como contábamos con anterioridad, hubo un mal entendido y no fue recibo por nadie; “Esperaba que alguien me recibiera, que me dieran las gracias, pero nadie lo hizo, nadie me recibió, más tarde me llamó el director a la tarde, para pedirme disculpas, pasa que yo no avise que iba, en realidad lo hice el mes pasado, pero bueno, me llamó y me agradeció el gesto”.
Esta no es la primera vez que lo hace; “Vengo donando desde el 2013, ese año arranqué con las donaciones, todos los años dono para esta época, no siempre al hospital, a veces en otros lugares, el año que viene pienso hacerlo para un hogar de ancianos, al menos es la idea”.
La donación vino de su propia huerta; “Tengo una huerta en calle 23 y 71, toda producción mía, lo que hago es una cantidad de zapallo, la mitad se vende y la mitad se dona, solamente zapallo, vamos a ver el día de mañana si podemos poner algo más, es complicado. Pero bueno, es la idea. Hoy fue el último día de huerta, no quedó más nada, ahora hay que volver a arrancar, a fines de mayo puedo tener algo para que la gente venga a comprar, puedo tener calabaza, zapallito de tronco, chaucha, sandia, melones, choclo, lechuga, bastante nutrido, mucha verdura, es un trabajo mío solo, sin ayuda de nadie”.
A medida que van pasando las horas, llegan los reconocimientos: “Después de esta donación, se ha comunicado mucha gente agradeciendo mi gesto, también me llamaron del municipio ofreciéndome ayuda para mejorar en lo mío, la gente está muy contenta con esto, a Juan David Heredia, hablé con él y me facilitó el transporte sin ningún tipo de problemas”.
Sin dudas, un acto ejemplar, de alguien a quien no le sobra, y muchas veces le faltó: “Yo tuve la oportunidad de agarrar otro camino, el camino de la droga, de las personas malas, pero no me gustó, elegí ir por el buen camino, seguir con humildad, creo que eso es lo mejor que me pasó en la vida, la humildad, es algo que me gusta, esto lo aprendí en la calle, no pude ir a la escuela, fui cartonero, no comía, no tenía para comer, no me podía ganar el peso para poder ganarme el pan y comer, si no salía a ‘cartonear’ no comía, hasta los 18 fui cartonero, ahora por suerte tengo esta huerta”.
En cuanto a su producción, explicó: “Este año estuvo medio flojo, porque bueno, quería donar, no me organicé bien, pero bueno, puedo decir que con esto podes vivir tranquilo, este año muchos comercios han venido a comprarme a mi huerta, verdulerías, despensas, muchos negocios por suerte”.
Fuente: El Orden.