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Como se pide.
A 40 años del Golpe.
Por Daniel Abot.

Se cumple un nuevo aniversario tras cuatro décadas de vaivenes políticos donde la sociedad le dijo que NO definitivamente a las mezquindades políticas de una minoría que solo sabían llegar al poder por el uso de las armas.
Qué pequeña imagen desarrollaron éstos militares contradiciendo la primera enseñanza del Gral. San Martín: “No usar las armas en contra de sus hermanos”.
Estos pequeños personajes como Videla, Massera y Agosti fueron dueños de la vida y la muerte de miles de argentinos que sólo tenían una ambición: una Argentina mejor, más integrada y más justa.
La represión desatada venía de antes, no es casualidad que antes del golpe fuese asesinado aquí en Huanguelén el Profesor Gini y en Bahía Blanca el joven de Coronel Suárez Daniel del Líbano Elorrieta, sin militancia política.
Había que sembrar el terror, justo el sector más buscado fue la juventud, los dirigentes sociales, dirigentes sindicales y la intelectualidad en general.
Tener consciencia social y trabajar solidariamente en una barriada era un delito que costó la vida a miles de argentinos.
Ser joven era muy peligroso, sospechado de las peores intenciones y perseguidos por el sólo hecho de ser jóvenes pensantes que querían modificar la realidad de su país.
Esto se remite a la época de la noche de los bastones largos, que reprimió y exilió a lo mejor de la intelectualidad argentina, sin dudas una deuda que nuestra sociedad no logró saldar nunca.
Por eso les pido hoy, a aquellos que tienen responsabilidad de gobierno, que abran canales de participación y dialogo con la juventud y sectores antagónicos políticamente. Pasando mensajes de que “todos son ñoquis” y “militantes políticos” damos pie a una discriminación que no tiene sentido en una sociedad moderna como la de hoy.
Tienen que abrir debates de ideas, apoyar los planes de integración que el gobierno anterior tenía en ejecución, porque nos acercamos a una brecha muy profunda y un quiebre de nuestra sociedad.
En aquel momento ser joven, tener el pelo largo y escuchar música progresiva era motivo de sospecha tremenda, eran el motivo para que muchas personas de “bien” fueran corriendo a una comisaría o cuartel a denunciarlos, la larga noche se inscribió con una página muy triste de alcahuetes y colaboradores civiles, pocos, pero muy dañinos.
La represión arrasó con todo intento de pensamiento. Se llevaron en las oscuras noches la vida de miles de argentinos que pensaban un mundo distinto.
A poco del golpe, el sector financiero, el principal interesado y beneficiado en las políticas implementadas por el criminal Martínez de Hoz, pasaron de tener una participación en el producto bruto interno del 5 al 22%. Creció lo parásito, lo inoperante, lo improductivo, ¿o acaso no tienen fresco en la memoria a aquellos que vendían una casa y colocaban el dinero en interés y a los dos años se quedaban sin nada?
La patria financiera nos endeudó de 6.000.000.000 de dólares que debía el país, en 7 años pasamos a 59.000.000.000 de dólares. Deuda que fue el origen a nuestros males de hoy y que servilmente vemos a operadores económicos financieros decir que nos quieren integrar al mundo pagando cifras descaradamente usurarias.
El recuerdo a toda aquella generación de argentinos que sufrió las desapariciones, los fusilamientos, los robos de bebés, los encarcelados y los marginados políticos y culturales va a estar siempre presentes en la memoria de los argentinos. Estoy seguro que desde los gobiernos liberales sólo quieren una Argentina para uno pocos, los demás… sobramos.
Éste es un país que con una clase dirigente capaz, puede avanzar. Con políticos mediocres y nefastos no vamos a lograr la discusión de fondo. ¿Qué país queremos y cómo podemos integrar con justicia e igualdad de oportunidades a todos los argentinos?
Los responsables económicos, políticos e ideológicos del golpe del 76’ nunca fueron juzgados por la justicia porque ésta es como la culebra, que sólo muerde a los pobres que andan en pata.
Quisiera saber cuántos banqueros y grandes mentes de los negocios liberales que hundieron el país en la miseria hoy están procesados y condenados. Cuenten por gusto cuántos hay presos por haber robado una gallina.
No busquemos como culpables a los jóvenes que tienen un trabajo dentro del Estado, no es delito ser militante, por el contrario, tenemos que agradecer que la Argentina vuelva a tener una camada de jóvenes pensantes. Sí es preocupante que el Sr. Presidente designe a dedo, a dos días de asumir, dos jueces de la Suprema Corte de Justicia, esos no son errores, esas son intencionalidades políticas antidemocráticas donde los que se desgarraban las vestiduras por la justicia independiente al otro día la pisoteaban o mantenían un manto de silencio.
Que nosotros beneficiemos a la Barring Gold de no pagar tributos en el país y por otro lado demos de baja planes sociales como Conectar igualdad no deja de ser una muestra de la próxima política liberal financiera para unos pocos.
Finalmente, hagamos memoria. En el 2002 los bancos tenían banderas de remate en muchos campos productivos y el esfuerzo que puso todo el pueblo, desde el más humilde hasta el mejor posicionado, permitió el salvataje. No hay que ser egoísta y menospreciar a los que menos tienen… hay que ser justos y solidarios.
Daniel Abot.

 
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