Hace unos meses el pueblo en su mayoría votó a Cambiemos (a mi entender no importaba tanto el nombre del candidato) y ganó Cambiemos. Ahora vamos a ver si realmente vamos a notar el cambio.
Hace 4 o 5 años estábamos haciendo una construcción, yo estaba al frente de la misma. Un día estábamos trabajando normalmente con un par de muchachos y aparece un personaje (Jorge Burgos) diciendo que era el representante de la UOCRA en Cnel. Suárez. Me preguntó si tenía la gente en blanco, le dije que era gente que trabajaba por día.
‘Mira’, me dice, ‘acá estás muy expuesto, pasa por la oficina y vemos qué hacemos’. A la tarde paso por su oficina, en ese momento en calle Harriot entre León XIII y Monseñor de Andrea, y ahí me dice lo que muchas veces había escuchado de otros colegas… “Acá para que no tengas problemas tenes que arrimarme 500 pesos, para darle a Darío Graff” (textuales palabras), funcionario de la Secretaría de Trabajo. O sea, eso se llama, se llamó y se seguirá llamando COIMA. Por fin escuché y pude sentir en carne propia la indignación que se siente cuando alguien que se dice defensor de los trabajadores, en lugar de exigirme que tenga todo en regla, me pide dinero para que yo pueda trabajar sin problemas. Sentí como este personaje los estaba traicionando, sin importar si esos trabajadores tenían familias, si les alcanzaba lo que ganaban para cubrir sus gastos o si eran menores, etc., etc. A él lo único que le interesaba era su tajada.
Por supuesto que nunca un peso mío entró en su bolsillo y es por eso que muchas veces fui visitado por funcionarios de la Secretaría de Trabajo. De hecho, solamente salen de allí cuando estos personajes no reciben su COIMA, y se lo he dicho tanto a Darío Graff, como a Rodolfo Frers y a otros empleados que han salido atrás del llamado de los coimeros para visitar las obras de los que nunca les vamos a dar un centavo.
O sea, acá hay dos alternativas con estos personajes. Una es alimentarlos y pagarles los vicios con las coimas o en vez de reclamar sueldos dignos para los trabajadores que hagan el papel de recaudadores para las obras sociales truchas, para las A.R.T. truchas o para el A.N.S.E.S (que dice que cuando ya no puedas trabajar más vas a obtener una jubilación digna, cosa que da risa).
A ver Juan Pueblo, o Doña Rosa, a ver señores ¡Cambiemos! Tenemos que seguir viviendo con esta mafia, que se nos ríe en la cara a los que solamente conocemos de la conducta de trabajar y trabajar para vivir y progresar, y dejarlos que junten sumas impensables de COIMAS, que van de: $1.000, $5.000, $10.000 y hasta he escuchado $20.000 mensuales por obra particulares aquí y en la zona.
Un punto para aclarar, no estoy en contra del sindicalismo, del que defiende los derechos y lucha para la dignidad del trabajador y su familia. Sí de aquellos que se escudan detrás de un sindicato para llenarse los bolsillos. A mí ya me pudrieron, me cansaron, no solamente los coimeros y los corruptos sino los que tienen el poder y las facultades para agarrarlos del fundillo y sacarlos del medio, por eso hoy me pregunto ¿qué sería cambiemos?
A ver Pachi, ¿qué cambió desde cuando fuimos compañeros en la primaria de la escuela 7? A ver Rodolfo, ¿qué cambió desde cuando nos vimos en toda la secundaria del Colegio Nacional? ¿Es más cómodo y más rentable tener un cargo y que me chupe un huevo todo lo que pasa alrededor, mientras lo tuyo vaya bien? ¿O van a usar ese cargo para lo que realmente dice el diccionario, para cumplir su función?
Yo me pregunto, ¿qué pasa conmigo? ¿Soy el que no encaja en esta sociedad? Iré preso o lo mío parecerá un accidente, no sé, pero no me lo banco en el garguero y sé que hay muchos que tampoco. Entonces aquí empieza a andar la rueda, el que lo lea o lo escuche que la empuje o la detenga. Acá la que manda es la conciencia, lo que podamos hacer y decir frente a la mirada de nuestros hijos, nuestros padres, nuestros hermanos o los que tengan derecho a juzgar nuestros actos.
Hoy, así como hace ya cinco años, andan todavía por aquí (¿habrán recaudado algo no?) y ya no es solo Jorgito Burgos, son una banda que algunos conozco y sé que no le llegan a la suela del zapato, en cuanto a trabajar, a mi hijo. Hoy esos mismos sinvergüenzas se le aparecieron en una obra que tiene mi hijo en construcción a querer cobrarle COIMA. Da mucha bronca y por eso creo que a esa basura hay que sacarla del pueblo. ¿Quién lo va a hacer? No sé, mi hijo y yo seguro vamos a estar en ese grupo, porque estamos acostumbrados a sacar basura y nos gusta transpirar la camiseta… ¡Y la pucha que conozco de esos que agachan el lomo hasta terminar para hacer esto! Algo de confianza le tengo a Pachi, porque tiene un aire campero y sencillo, ojalá no se nos haya pasado para el otro lado. A Rodolfo Frers… Mmm, la verdad me lo tiene que demostrar.
Vamos a estar convocando a compañeros de la construcción y al que quiera participar para esto a una reunión para la cual pondremos día y horario. Demostremos que todavía tenemos poder para encausar el camino y que los que vengan quieran seguir el ejemplo. Pensemos que: “lo que se hace se escucha más fuerte de lo que se dice”.
Víctor Manuel Allende. DNI: 13.424.856.