Como era de prever en el Domingo de Ramos se produjo en la ciudad una gran movilización de fieles que inicialmente, y cerca de las 11 de la mañana, comenzaron a concentrase en el Anfiteatro Municipal para participar como todos los años de la bendición de ramos y posterior procesión.
Pero este año ha tenido la particularidad de contar con la presencia del Arzobispo Coadjutor Fray Carlos Azpiroz Costa, quien formalizó de esta manera su primera visita oficial a Coronel Suárez después de su designación, ya que Monseñor Guillermo Garlatti presentó su renuncia al Santo Padre y espera esa aceptación papal.
Coronel Suárez le dio la mas cordial bienvenida al obispo en un Domingo de Ramos otoñal, con gran calidez y un sol prodigo que acompañó la ceremonia de bendición de los ramos, los fieles en una gran cantidad, diríamos prácticamente un numero multitudinario, tuvieron una activa participación, donde después de las lecturas del día, el mensaje central del Evangelio que nos habla del comienzo de la Semana Santa, que nos prepara e introduce en la celebración de la Pascua, se produjo un acontecimiento memorable para la ciudad en este Domingo de la Pasión o de Ramos, donde como revelaron las lecturas “se conmemora con la procesión la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y la solemne proclamación de la Pasión, donde se proclama la realeza pacifica y mesiánica de Cristo”.
El Sacerdote señaló que “este es el único domingo del año en que se celebra el misterio de la muerte del Señor, con la proclamación del relato de la pasión; una lectura atenta de la vida de Jesús que permite encontrar la clave desde la cual interpretar su mensaje, porque Él siendo rico se hizo pobre por nosotros, siendo el Señor se hace servidor de todos, con su ejemplo nos muestra el camino porque Jesús vive lo que dice y dice lo que piensa, en Él existe una total coherencia entre palabra y vida, nos llama a vivir sirviendo a los demás por amor, como Él lo hizo primero”.
El Diacono Alberto Segui comenzó la ceremonia en el Anfiteatro proclamando el evangelio de la jornada y el Arzobispo Coadjutor Fray Carlos Azpiroz Costa estuvo rodeado para la ceremonia de bendición de los ramos por el Párroco de Coronel Suárez Diego Kessler, el Diacono Diego Arean y los monaguillos de nuestra Parroquia.
El Arzobispo señaló que “el ramo de olivo no es para recibirlo sino para darlo”, y ese es el mayor significado de esta jornada vivida en nuestra ciudad intensamente, donde la costumbre religiosa nos propone conservar el ramo bendecido junto a un crucifijo en un lugar bien visible que nos recordara que hemos jurado fidelidad al Rey de la Paz, al Dios sacrificado por nuestros pecados y que no debemos fallar ni traicionar.
Se rememora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Sucedió el domingo anterior a su muerte. Fue una entrada grandiosa y al mismo tiempo, humilde. La ciudad estaba llena de peregrinos para celebrar la pascua judía. Una gran multitud rodeó a Jesús y con ramos de olivos y palmas en las manos, lo acompañó en su entrada en la ciudad, entre cánticos y exclamaciones. Muchos lo seguían con fe y esperanza. El olivo es el árbol típico de la región donde vivió Jesús. Por eso los habitantes de Jerusalén salieron al encuentro de Jesús con ramos de olivo.
Y como todos los años la ceremonia se produjo el domingo por la mañana después de las 11 horas con una masiva participación de fieles que cubrieron todo el perímetro del anfiteatro y el propio arzobispo fue quien bendijo los olivos mientras la muchedumbre mantenía los olivos en alto.
Después de la ceremonia cumplida en el Anfiteatro comenzó la procesión por la Avenida Casey hasta la Avenida Alsina, y desde allí a la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, donde se ofició la santa misa concelebrada marcando el comienzo de la Semana Santa.