Ana Paula Hall interviene el espacio de Jolie Bistro Moderno, con un site specific creado especialmente por pedido de Latido. Una maraña roja, textil de alambre forrado en tela, suspendida en altura, de 7 metros de largo.
Texto: @FabianTrigo, director creativo de Latido (*)
Toda obra, en tanto arte, dice mucho más que lo que el artista espera que digan -a veces, lo contradice- y aún cuando en este caso su cimiento surja desde una idea concebida como entrañas expuestas (o circuitos de capilares sanguíneos o nerviosos, o en otras ocasiones anteriores representaciones espaciales de sonidos), siempre hay un múltiple interpretativo por cada observador. Y en mi caso, apoyado en esta condición de negatividad que el arte ofrece, me gusta sentir que las resonancias de lo que veo, me conducen hacia otros escenarios más sutiles.
Veo un campo vibracional de conexiones infinitas de colores volcánicos que se buscan eléctricamente, se irradian, se enredan, se sueltan, se distraen y se pierden. Esos encuentros y desaciertos me hacen pensar en el destino, certero o errante. Como sea, ineludible.
¿La inutilidad de afrontar un destino inexorable predicho, un plan creado por algún Dios que no puede ser modificado de ninguna manera, la imposibilidad de alterar la naturaleza irreversible de una persona prefijada desde su nacimiento, o el libre albedrío, la ética que supone que los individuos son responsables de sus propias acciones?
El hilo rojo del destino es un mito oriental según el cual, los dioses atan a quienes han de conocerse: “Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper”.
En la mitología greco-romana, Aracne era una habilidosa tejedora que desafió a Atenea (Minerva, diosa de la sabiduría y las artesanías) y ésta la convirtió en araña, para que continuara tejiendo por toda la eternidad. Según el mito griego, Ariadna, enamorada de Teseo, le entregó un hilo mágico para ayudarlo a matar al Minotauro y encontrar el camino de regreso en el laberinto de Creta.
¿Y si acaso este fuera el hilo de Ariadna, ahora recogido y teñido de rojo por la sangre del Minotauro, olvidado en los océanos del tiempo? ¿Y si acaso este fuera el hilo rojo del destino? ¿Y si acaso, este fuera el hilo con el que Aracne desafió a la diosa?
Por suerte, por destino, por lo que resulta inevitable, por convicción, se es artista a pesar de todo, a pesar de uno. Se es artista por el dolor de no encajar, leí una vez. ¿Qué se teje, entonces? ¿El destino inevitable de ser artista, o la libertad de elegir serlo?+
Plato de autor, únicamente en Jolie.
Convocada por Latido y por gentileza de Isidoro Espacio de Arte, Ana Paula Hall exhibe durante febrero y marzo en Jolie Bistro Moderno (Conde 2036, Buenos Aires). Creamos un plato especial para disfrutar en esta exhibición de arte: “Ostras frescas, caviar de rocoto y pico de gallo”.
(*) Latido nuclea proyectos visuales contemporáneos argentinos, realiza exhibiciones de arte y diseño, y promueve libros y objetos de autor, así como productos de diseño. Fabián Trigo es su director creativo.