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Monseñor Guillermo Garlatti, por imposición de sus manos ordenó Sacerdotes a Marcelo Javier Rohwein y a Leandro Volpe.
El Obispo pidió paciencia a los fieles, “por que los Sacerdotes somos frágiles también como una vasija de barro”

Una ceremonia de alto contenido religioso y emotivo.
Los nuevos Sacerdotes estuvieron acompañados por los Curas Párrocos de la región y las máximas autoridades de la Arquidiócesis de la ciudad de Bahía Blanca.
Coronel Suárez tuvo el alto privilegio de ordenar dos Sacerdotes, uno hijo de nuestra ciudad, y poner en vigencia el nuevo Misal Romano.

La Parroquia Nuestra Señora del Carmen ofrecía un singular panorama para una ceremonia religiosa que representa una reafirmación de las vocaciones sacerdotales.
Hace más de un año atrás un hecho similar se registraba con la ordenación de Esteban Casquero, y ahora dos jóvenes religiosos llegaban a la culminación de una carrera vocacional al recibir por imposición de sus manos y la oración consecratoria la ordenación sacerdotal.
“Lo que exige de los administradores es que sean fieles” expresaba la tarjeta de invitación a la ceremonia religiosa.
El orden sacerdotal es uno de los sacramentos de la Iglesia católica. Consiste en la consagración de un varón al ministerio del servicio a la Iglesia, lo que le exige dedicación plena y libre disposición: toda persona consagrada, adquiera o no la plenitud de orden, lleva una vida sacerdotal.
La doctrina Católica indica que este sacramento se confiere a aquellos que, habiendo recibido un particular llamado de Dios y luego de haber discernido su vocación a la vida sacerdotal, son considerados idóneos para el ministerio pastoral correspondiente.
El crecimiento de la Iglesia hizo necesaria la llamada de otros que vinieran a ayudar en el servicio de la mesa, en la predicación y en la celebración eucarística.
Así, en el libro de los Hechos de los apóstoles, se narra la elección y luego misión de siete ayudantes (considerados por algunos como “diáconos”) pero no resulta aclarado todavía el tema y Pablo menciona que es necesario nombrar presbíteros en cada lugar donde se funda una comunidad.
La terminología en relación con los grados del orden se fue delimitando poco a poco. Al parecer en las cartas de San Pablo no hay una distinción clara entre el “episcopos” y el “presbyteros”.
Dado que tres son las funciones principales del sacerdote: predicación, celebración de los sacramentos y gobierno pastoral, las notas específicas se diversifican de acuerdo con quienes subrayan una función por encima de otras.
Seguramente el momento de mayor emotividad de la ceremonia fue cuando los nuevos Presbíteros se postraron ante el Altar y ante el Arzobispo Guillermo Garlatti, como signo de fe, obediencia y entrega hasta que la autoridad eclesiástica impuso sus manos sobre Marcelo y Leandro, para que luego, todos los Sacerdotes que acompañaron la ceremonia, hicieran lo propio.
En la oportunidad el Arzobispo Garlatti puso en vigencia la nueva edición del Misal Romano para la Republica Argentina, celebrando en obediencia fiel las normas litúrgicas en su plenitud.
El Obispo, los nuevos sacerdotes, el Cura Párroco de Coronel Suárez, Diego Kessler, y los sacerdotes visitantes, muchos de los cuales han tenido la misión de predicar en nuestro medio y acompañar al crecimiento religioso, recibieron el saludo en un marco de júbilo a la salida del Templo Parroquial de Coronel Suárez.
Con la presencia de ambas familias de los nuevos sacerdotes se desarrolló la ceremonia que se extendió por más de 2 horas.
Fueron las madres quienes presentaron las ofrendas ante el altar para la consagración de la Eucaristía y antes de concluir la Santa Misa, Javier y Leandro agradecieron a todos quienes han contribuido a promover y sostener sus vocaciones ante un cerrado aplauso del pueblo de Dios reunido en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
Desde el Padre Daniel, Juan Carlos, Mario, José María Masson, Roberto Bucle y el Padre Antonio, junto a los Sacerdotes del presbiterio formaron el entorno de esta trascendente jornada dentro de la Arquidiócesis en el año del 75° Aniversario, como expresó el Arzobispo.
Anoche los nuevos Sacerdotes, fueron agasajados con una cena que se sirvió en el Salón del Barrio San Cayetano.
Fotografías de Juan Eduardo Schtre.

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