Habla apasionadamente del lugar en el que nació, creció y formó su familia, esta mujer de 41 años, 20 años de docente, y que es además portadora de un apellido que se identifica con la tercera colonia alemana.
De decir rápido, claro y contundente, no deja lugar a dudas que Pueblo Santa María es el lugar que más quiere de todos.
“Acá vivimos tranquilos, nos conocemos todos, sabemos quienes son los amigos de nuestros hijos y donde andan cuando salen de casa. Podes dejar la puerta abierta, la bicicleta afuera, que no pasa nada porque es un lugar seguro. Yo veo que muchos de los que se han ido, para vivir en Coronel Suárez o en otro lugar, los sábados y domingos se los encuentra en la colonia, visitando a sus familias, recorriendo sus calles; volviendo en definitiva al lugar que más les gusta, a su pueblo”.
Y cuando habla de la Escuela Parroquial es inevitable la emoción: “Tuve la suerte de conocer a la Hermana Joela, de saber lo que implicaba el internado para las familias y para la institución, de ver la transformación después, cuando las Hermanas se fueron, y de saber que a la Escuela Parroquial la sostiene cada día la comunidad, con su aporte y su colaboración”.
“El Colegio Parroquial es mi segundo hogar”, concluye firme Regina Streitemberger, para invitar después a todos quienes tengan fotografías relacionadas con la escuela a acercarlas a la institución para una muestra que se exhibirá en la fiesta de Kerb, pero también formará parte de las propuestas para el centenario en el mes de abril del año próximo. |