La Mesa de Enlace lanzó un paro de comercialización de granos y hacienda durante una semana, desde la cero hora del 28 de agosto hasta las 24 del 4 de septiembre, en protesta ante la falta de respuestas del Gobierno a los reclamos del campo y al veto presidencial a la emergencia agropecuaria para varios distritos bonaerense.
La medida fue anunciada n conferencia de prensa por Carlos Garetto (Coninagro), anfitrión de la reunión de la Mesa de Enlace, Mario Llambías (CRA), Hugo Luis Biolcati (SRA), y Pablo Orsolini (FAA), en lugar de Eduardo Buzzi, de gira por el interior del país.
Allí se definió la nueva medida de fuerza: "un cese de comercialización de granos con destino a industria y exportación, y de ganado vacuno en pie, exceptuando la hacienda proveniente de zonas afectadas por la sequía" y sin cortes de ruta.
Los dirigentes explicaron que "quedan exceptuados de esta medida los productos perecederos".
Una de las causas del paro resultó "la falta de respuestas a ninguno de los planteos realizados en materia de lechería, ganadería, trigo, segmentación de retenciones, producciones regionales, emergencia agropecuaria y normativas regulatoria distorsivas, entre otros".
La reunión decisoria tuvo lugar en la sede de Coninagro, y durante parte del encuentro participó el titular de Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, CARBAP, Pedro Apaolaza, que llevaba exactamente la propuesta que resultó elegida por los ruralistas.
La posibilidad de que la Mesa de Enlace convoque a un cese de comercialización fue advertida por Noticias Argentinas al conocer el peso que tendría el pedido de Apaolaza, cuya entidad representa a 114 asociaciones rurales de dos provincias.